Tras el éxito de dos obras de culto para cualquier thrasher como "The Legacy" (1987) y "The New Order" (1988), los californianos Testament se habían consolidado como una de las bandas más grandes del Thrash Metal, un movimiento popularizado unos años antes gracias a los primeros álbumes de titanes como Megadeth, Metallica y Anthrax. Con una base sólida de seguidores, la banda vislumbró la oportunidad de crecer aún más y llegar a un público más amplio. Así comenzó a gestarse su tercer álbum de estudio, titulado "Practice What You Preach", el cual analizamos en esta reseña.
Quizás la evolución exitosa de Megadeth y Metallica
hacia terrenos más melódicos despertó en Testament el deseo de incorporar
elementos que les permitieran abrirse a un mercado musical más amplio. Con un
guitarrista tan versátil y técnico como Alex Skolnick, era lógico que la banda
aprovechara esta ventaja para incorporar melodías y elementos progresivos,
siempre partiendo del Thrash Metal que tan buenos resultados les había dado
previamente.
Una vez más, la banda contó con Alex Perialas para la
producción, logrando un sonido más pulido y una mejora significativa respecto a
la crudeza de sus trabajos previos.
El corrosivo bajo de Greg nos adentra en la
descontrolada "Perilous Nation", con cinco minutos de veneno musical.
El trabajo instrumental y la interpretación vocal de Chuck Billy (me encanta su
registro más suave aquí) se mantienen fieles a los cánones clásicos de
Testament, aunque introducen algunos efectos en el puente de voces
distorsionadas. El ritmo cambiante de la pista le da un tono impredecible, y
Skolnick vuelve a sorprender con otro solo lleno de clase sobre una base
rítmica con un plus de muteados.
Aunque en unos años sería común en su estilo vocal, el
gutural con el que Chuck Billy inicia la incisiva "Envy Life" siempre
resulta sorprendente. Este corte, aunque secundario en la carrera de Testament,
es igualmente disfrutable. Destaca el trabajo de guitarras de Skolnick y
Peterson, quienes introducen variaciones sobre el riff principal y un solo
característico.
La velocidad aumenta con "Time Is Coming" y
su colección de riffs malintencionados que encajan con el dinamismo que Louie
Clemente impone desde la batería. Este tema parece inspirar las producciones
más recientes del grupo. La intensidad y virtuosismo en la parte final se
elevan gracias al endemoniado punteo de Alex y una sección rítmica que bombea
Thrash a raudales.
"Blessed In Contempt", otra joya escondida del
álbum, es la pieza que más se asemeja a los primeros trabajos de Testament con
su Thrash incendiario y ritmo frenético. Los fraseos ásperos de Chuck Billy, la
batería alocada de Clemente, el omnipresente bajo de Greg, la fábrica de riffs
de Alex y Eric, el estribillo coral, y el solo sobrado de técnica... ¿qué más
se puede pedir a este temazo?
El único tema que considero menos inspirado es
"Greenhouse Effect", con un ritmo más lento, pero con la rudeza
habitual del quinteto. Aunque no es un mal tema, suena más estándar que el
resto del LP.
Las emociones fuertes resurgen con la monstruosa
"Sins Of Omission", amenazante desde su primer segundo con el punteo
tembloroso de Skolnick. Este corte trepidante destaca por la presencia palpable
del bajo de Greg y una interpretación excepcional de Chuck Billy. Sin duda, uno
de los mejores del LP.
Puedo imaginar la reacción de los metaleros más
puristas al escuchar por primera vez "The Ballad", una valiente pieza
que deja el Thrash para introducirnos en un inesperado número melódico, con
melodías emanando de las guitarras y un solo lacrimógeno. La interpretación de
Chuck Billy en esta balada es sublime, mostrando su faceta más tranquila y
elegante.
En la recta final, tenemos la breve y punkarra
"Nightmare (Coming Back To You)", que refleja lo bien que la banda lo
pasó grabándola. El Thrash siempre ha tenido inspiración del Punk, por lo que
esta pieza no resulta extraña en un álbum de Testament.
"Confusion Fusion" cierra el álbum de manera
épica con una composición instrumental que nos deleita con la destreza de la
banda, combinando Thrash y elementos progresivos.
CONCLUSIÓN
"Practice What You Preach" es un excelente
álbum y un ejercicio de valentía por parte de Testament. Sin renunciar al
Thrash Metal de sus primeros trabajos, la banda apuesta por introducir
elementos melódicos y progresivos, creando una obra equilibrada y más
accesible. Este LP marca el inicio de su acercamiento al mainstream metalero,
profundizado en "Souls Of Black" (1990) y "The Ritual"
(1992).
Aunque algunos prefieran "The Legacy" o "The New Order", es importante apreciar el conjunto de obras de Testament en este periodo. Aunque no lo haya manifestado hasta ahora, yo también pienso que sus dos primeros LPs son insuperables, pero, sin duda, "Practice What You Preach" es uno de los álbumes más grandes en la trayectoria del quinteto y, por ende, merece un sobresaliente.
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