Parece que Don Dokken no tiene intención de detenerse en su empeño de lanzar nueva música bajo el nombre de Dokken, a pesar de la ausencia de los miembros clásicos Lynch, Pilson y Brown, así como de su mala salud. La credibilidad del grupo se mantiene firme, algo que puede deberse al hecho de que Don se rodea de músicos de alta calidad, como Jon Levin, un guitarrista que demostró ser un digno sucesor de George Lynch desde 2004, cuando lanzaron "Hell To Pay". Esto siguió a la breve contribución de otro gran guitarrista, Reb Beach, en "Erase The Slate".
Los últimos 11 años han
sido todo menos fáciles para Don Dokken. Su salud se vio gravemente afectada
debido a una negligencia médica que resultó en una parálisis completa de su
brazo derecho, lo que le impidió tocar la guitarra y componer. Incluso Jon Levin
tuvo problemas de salud y se sometió a una complicada operación en el cuello.
Don se ha instalado en
Nuevo México y se ha dedicado a recopilar ideas que había dejado en el pasado.
Con la ayuda de su banda, ha dado vida a un nuevo álbum que podría ser el
último para la banda, dado el estado de salud de Don.
El título elegido para
esta producción, "Heaven Comes Down", parece tener un significado
profundo. Puede interpretarse como un guiño al pasado glorioso del grupo o como
una referencia a la situación actual de Don Dokken (“el cielo se viene abajo”
podría ser su traducción).
La canción inicial,
"Fugitive", es alegre y nos da un buen adelanto del álbum. Aunque la
voz de Don Dokken ha cambiado, ha sabido adaptarse y sigue siendo agradable de
escuchar. Jon Levin contribuye con excelentes riffs y punteos.
Luego encontramos mi
querida "Gypsy", que es más incisiva y cruda, con una destacada
actuación de Chris en el bajo. La canción tiene una estructura simple, pero con
un tono denso en los versos y un estribillo pegajoso. Jon Levin ofrece un
vibrante y extenso solo en la segunda mitad.
"Is It Me Or
You?" mantiene el listón alto con pistas de guitarra exquisitas (¿hay algo
de Led Zeppelin?) y la voz más rasgada de Don. Los amantes de los clásicos de
Dokken disfrutarán de "Just Like A Rose", que evoca las primeras
obras del grupo.
Da la sensación de que
Don escribió “I’ll Never Give Up” pensando en estos últimos años tan amargos
que ha vivido. Sin aportar nada nuevo (da la sensación de que la hubiera
escuchado en alguna obra previa del grupo), me parece enormemente plausible la
química entre Don y Levin, quienes van tejiendo una pista conjunta de voz y
guitarra que marca la diferencia y que termina redondeando al alza una canción
bárbara. ¿Alguien se atreve a ponerle alguna pega al solo que se marca aquí
Jon?
"Saving Grace"
nos lleva de vuelta a la época de "Under Lock And Key" o "Back
For The Attack". Es una pena que Don ya no pueda cantar como antes, porque
da la sensación de que con este en forma el resultado podía haber sido mejor, pero
aún así hace un papel aceptable.
El reciente single "Over
The Mountain" suena fiel al pasado de Dokken, con un gran estribillo. Don
modula su voz de manera efectiva, y Levin agrega licks interesantes, aunque no
estén entre sus mejores aportaciones de la obra.
Manteniéndose fieles a
las melodías del pasado, “I Remember” no decepciona con su apariencia de balada
clásica que tiene como punto más álgido el intenso solo de Levin. De resto, es
una pieza aceptable, pero tampoco excelente.
"Lost In You"
es un medio tiempo cargado de buenas intenciones, pero con una producción vocal
un tanto artificial. Los fraseos de Levin en el puente-estribillo son casi que lo
más destacable por la mayor intensidad que inyectan al número.
Todo llega a su
irremediable final con “Santa Fe”, una dulce balada acústica de primera
categoría en la que Don Dokken clava su mejor interpretación vocal de todo el
LP rindiendo un tributo a su refugio en Nuevo México. Destaco la manera en que este
emplea con maestría su experiencia para exprimir al máximo esa desgastada voz.
CONCLUSIÓN
Dado el delicado estado
de salud de Don Dokken, es comprensible que muy pocos seguidores tuvieran
expectativas muy altas para "Heaven Comes Down". Sin embargo, el
veterano artista ha demostrado que aún conserva su talento, entregando un álbum
sólido y sin excesos, lo cual merece un reconocimiento sincero.
A pesar de las
limitaciones impuestas por sus cuerdas vocales desgastadas, Don se adapta de la
mejor manera posible y cuenta con el apoyo de un guitarrista excepcional como
Jon Levin. En general, el álbum logra convencer y esa es la mejor noticia
posible.
Sería un error comparar
esta obra con los grandes y emblemáticos títulos de Dokken en el pasado, pero
eso no significa que "Heaven Comes Down" carezca de mérito. Es una
obra entretenida que aún refleja el espíritu del grupo, a pesar de que Don sea
el único miembro icónico que queda de la formación original.
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