Llevaba varios meses con la tarea pendiente de traer al Blog uno de los álbumes de 2023 que más me han gustado. Por fin, el debut de Elegant Weapons tiene aquí su huequito.
Desde hace un par de años varias discográficas
importantes como Frontiers Music o Napalm Records están apostando por crear e introducir
en sus respectivos catálogos proyectos novedosos que, en su mayoría, podríamos
denominar “supergrupos”. Sin duda alguna, uno de los que más expectación generó
desde que se anunció su formación fue Elegant Weapons por concentrar cuatro
nombres propios del Metal como Richie Faulkner y Scott Travis de Judas Priest,
el bueno de Rex Brown (Pantera) y Ronnie Romero, que en la última década se ha
convertido en uno de los fenómenos vocales más grandes de la escena actual
(recordemos sus colaboraciones con Rainbow, Michael Schenker o The Ferrymen,
sin pasar por alto sus orígenes con Lords Of Black).
Con semejante constelación de estrellas lo raro sería
no sentir cierto “gusanillo” por escuchar su primer trabajo de estudio, donde
ya os digo yo que han sido capaces de dar forma a una colección de temas
variada y eléctrica que a buen seguro convencerá a nuestros lectores. Cabe
señalar que ni Rex Brown ni Scott Travis han podido acompañar a Ronnie y Richie
en la gira de presentación de la banda, siendo estos suplidos por otros dos
artistas de renombre como Dave Rimmer (Uriah Heep) y Christopher Williams (Accept).
Me aventuro, pues, a reseñar ya mismo este primer
álbum de Elegant Weapons.
“Dead Man Walking” inicia todo con unas líneas de
guitarras amenazantes (imposible no pensar en los trabajos más modernos de
Judas Priest) y que terminan por explotar cuando la voz de Ronnie Romero
emerge. El Metal aquí recogido suena atemporal y, aunque tal vez se alargue
algo más de lo necesario, termina constituyendo un primer número compacto y que
creo que a la mayor parte de los oyentes servirá como excusa perfecta para
seguir adelante con la escucha.
Las cosas no hacen sino mejorar con “Do Or Die”, otra
pista que apuesta concienzudamente por el trabajo de Faulkner tras su guitarra,
firmando aquí uno de los riffs más interesantes de todo el plástico y que
aporta algo más contemporáneo al estilo del grupo (en la sección intermedia
introduce una variante previa al solo que me parece asombrosa). Tampoco se
quedan atrás las intervenciones de Romero al micrófono (algo más agresivo que
en el tema previo) y de una batería que inyecta velocidad a través del doble
pedal. Su estribillo también ha sido compuesto con mucha cabeza, aspirando a
grabarse con facilidad en la mente de su audiencia.
Con un sonido más digerible, aunque sin por ello
renunciar al Metal que predomina durante la mayor parte de todo el plástico,
“Blind Leading The Blind” aporta algo más de luminosidad a la escucha con unas
aportaciones desde el micrófono por parte de Romero que son absolutamente
deliciosas y con un nuevo solo de Richie que funciona a las mil maravillas. El
estribillo es pegadizo hasta la médula, algo que también sucede con esos versos
tan lineales y elegantes.
Me parece un acierto absoluto el incluir un número
lento y dramático como “Ghost Of You” a estas alturas del LP. Aunque la instrumentación también merece
todos los honores, creo que gran parte de los oyentes coincidiremos en que la
grandeza de esta pista reside en la estelar actuación de Ronnie Romero, un
vocalista de otro planeta que lo mismo te borda una canción de Metal duro que
una lacrimógena.
Sin perder la densidad del número previo, “Bitter
Pill” serpenteará por nuestros oídos siguiendo unos patrones más blueseros y
que me vuelven a recordar a numerosas pistas de los más recientes Judas Priest
(“Lone Wolf”, “Spectre” o “Sword Of Damocles” por citar un par).
Para iniciar con buen pie la segunda mitad del
LP, la banda sorprende con una versión
muy lograda de todo un clásico de U.F.O. como es su “Lights Out”. No hay gran
cosa que reseñar (si eso el buen trabajo vocal y de guitarra, nuevamente). Tal
vez fue precisamente Ronnie Romero quien tuvo la idea de incluir este cover en
el álbum como una especie de agradecimiento a Michael Schenker, con quien tocó
recientemente.
A nivel personal tengo que reconocer que el
tema-título, “Horns For A Halo”, se convirtió desde la primera escucha en mi
preferido. Metal machacón y a medio has con unas guitarras diabólicas (Faulkner
introduce, además, punteos diversos durante los versos y se marca un solo a la
altura de su fama), una base de bajo-batería contundente y, por supuesto, un
trabajo estelar de Ronnie Romero desde el micrófono. Imperdible.
“Dirty Pig” inyecta más potencia al plástico con unos
riffs incisivos y una actuación llena de furia por parte de Romero. En su
sección intermedia, justo cuando pensaba que la canción no podía ofrecerme nada
nuevo y que los cinco minutos que dura podían hacerse algo largos, va Faulkner
y clava un solo con notorias influencias del mismísimo Tony Iommi sobre una
base rítmica que se va tornando progresiva.
Un Hammond anuncia la llegada de “White Horse”,
penúltima pista de la obra. A lo largo de sus más de siete minutos, la banda
explota su faceta más progresiva, pasando de secciones más densas en los versos
a un ritmo más alegre en su puente-estribillo. Aunque tal vez se haga algo
larga (pienso que sí), en su segunda mitad de un notable pasaje instrumental
liderado por los punteos crujientes y veloces de Faulkner, quien ha hecho un
trabajo excepcional en todo momento.
Todo llega a su fin con un corte machacón titulado
“Downfall Rising”, donde aprecio influencias diversas que van desde el Doom
Metal Sureño de Black Label Society en los versos, hasta ciertos tintes del
Grunge sucio de Alice In Chains en un estribillo depresivo. Para mí aquí
seremos partícipes de una de las mejores actuaciones vocales de Ronnie Romero
de todo el disco, siendo capaz de conjugar momentos de calma y dramatismo, con
otros donde su garganta alcanza notas imposibles para la mayor parte de los
seres humanos.
CONCLUSIÓN
El motivo fundamental de esta reseña era el hecho de
poder compartir con ustedes la sorpresa tan grata que fue para mí el debut de
un proyecto novedoso y, al mismo tiempo, con tantos guiños al pasado glorioso
del Heavy Metal.
Aunque los protagonistas principales de esta obra son,
como cabía esperar, Ronnie Romero y Richie Faulkner (ambos se encuentran en el
cénit de sus carreras, seguramente), el apoyo rítmico de Christopher Williams y
Dave Rimmer ha sido clave para que este debut resultara memorable.
Las agendas de estos músicos suelen estar llenas de compromisos, pero ojalá en un futuro sean capaces de reunirse y lanzar algún nuevo trabajo discográfico que, sin duda alguna, también reseñaría.
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