Desde su irrupción en la escena mundial del Hard-Rock, los americanos Steel Panther no han parado de facturar álbumes de un indudable nivel vocal e instrumental, pero carente de toda inspiración lírica y, en muchas ocasiones, hasta compositiva. Lo que empezó siendo un proyecto prometedor y que evocaba el Glam y el humor picante de las grandes bandas de los ochenta (tienen dos álbumes realmente buenos como “Feel The Steel” y “Balls Out”), terminó por convertirse en una insípida parodia vintage cuyos recursos humorísticos (todos relacionados con lo sexual) se repetían más que el ajo, algo que se tradujo en un par de álbumes infumables como “Lower The Bar” y “Heavy Metal Rules”.
A finales de febrero de este 2023 tenemos en nuestras
manos un nuevo LP de este cuarteto, el sexto de su trayectoria, el cual han
querido titular “On The Prowl”. Este es el primero sin su ya icónico bajista,
Lexxi Foxx, quien abandonó el grupo para centrarse en su familia, cediendo así
su puesto a un nuevo músico llamado Joe “Spyder” Lester.
Sin muchos más datos que añadir, vamos a comprobar si
el grupo sigue en plena crisis compositiva o, de lo contrario ha sabido
enmendar los errores de sus dos anteriores aventuras discográficas.
Como podemos comprobar desde las primeras de cambio,
parece que la banda no renuncia a su Glam Rock. Y es que esa eléctrica apertura
que responde al título de “Never To Late (To Get Some Pussy Tonight)” es una
auténtica declaración de intenciones: Rock duro y de estructura predecible que
es coronada por un estribillo coral que se graba a fuego desde el primer
momento. Tras un par de escuchas puedo afirmar que está a la altura de las
canciones más potentes de sus inicios. Tampoco se queda atrás la posterior “Friends
With Benefits”, una pieza nacida de un inspiradísimo riff de guitarra de la
factoría Satchel y que cuenta con todos los elementos que hicieron famoso al
grupo (letra guarra incluida).
Otro tipo de canciones que no pueden faltar en cada
nueva entrega del cuarteto son las baladas con toques cómicos. “On Your
Instagram” bromea con el “exceso de filtros” que mucha gente emplea en la
famosa red social para lucir mejor ante sus seguidores contándonos la ficticia
historia de un hombre que se había enamorado de alguien cuya apariencia distaba
mucho de lo que mostraba en su Instagram. Aunque sea un tema polémico y mucha
gente pueda ofenderse (estamos en una sociedad muy sensible, todo sea dicho),
al menos estos muchachos cambiaron ligeramente su contenido lírico.
Un riff de inspiración más cercana a AC/DC lidera el
pegadizo medio-tiempo “Put My Money Where Your Mouth Is”. Si bien aquí ya
retornan a sus letras más repetitivas, me quedo con su instrumentación facilona
pero siempre efectiva. Mucho más convincente en todos los aspectos me resultó “1987”,
una oda melódica a las bandas y álbumes que hicieron de aquel año, uno de los
más prósperos en materia musical de aquella década. En otras palabras, este es
un nuevo ejemplo de que el grupo no necesita tirar de vocabulario picante para sacar
canciones memorables.
Satchel juega perfectamente sus cartas y en “Teleporter”
se saca un riff de guitarras gemelas como apertura. Pocos segundos después nos
enganchará al número gracias a un ritmo más oscuro y veloz que de costumbre al
que cuesta encontrar pega alguna. La letra, además, resulta graciosa de verdad
(nos habla de un tipo un tanto desgraciado que se mete en varios líos y se
lamenta de no tener una máquina del tiempo para huir).
Lamentablemente, “Is My Dick Enough?”, “Pornstar” y “Magical
Vagina” (ninguno necesita traducción) vuelven a caer en la innecesaria
repetición del mismo chiste de siempre, algo que me da bastante pena ya que la
instrumentación es muy buena, especialmente en la primera (100% Glam).
En lo que resta de LP hay un par de canciones que
funcionan bastante bien como “All That And One” (tiene un contoneo a lo
Whitesnake muy chulesco y efectivo) o la rápida “One Pump Chump” que parece
saca de sus primeros LPs. Cualquiera de estas dos hubiera cerrado mejor el LP
que la descafeinada “Sleeping On The Rollaway”, en la que echo en falta algún elemento
llamativo.
Si has escuchado previamente algo de Steel Panther,
más o menos podrás hacerte una idea de lo que puedes esperar en “On The Prowl”.
No obstante, y esto me resulta una buena noticia, me ha parecido un disco más logrado
que sus dos recientes tropiezos, apostando además por extender ligeramente sus horizontes
sonoros y líricos (no demasiado, pero alguito). Obvio que hay canciones flojas
y letras que se podían haber ahorrado, pero a estas alturas de la película
parece difícil que un grupo que ha cimentado su carrera, entre otras cosas,
sobre letras provocativas vaya a renunciar
ahora a ello.
Álbum aceptable, pero sin lujos.
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