Cuando parecía que Blind Guardian habían encontrado en el Metal Sinfónico su zona de confort definitiva, “The God Machine” trae de vuelva la mejor y más agresiva versión de uno de los grupos más queridos de la historia del Power Metal, convirtiéndose, probablemente, en su mejor referencia musical en 20 años.
Fue en 2002 cuando “A Night At The Opera” (2002) terminó
por confirmar que Blind Guardian, toda una institución del Power y el Speed
Metal gracias al éxito de sus cinco primeros álbumes, rompía casi de manera
definitiva con su sonido original para adentrarse en terrenos más sinfónicos y
experimentales. Si bien esto se veía venir desde “nIghtfall In Middle Earth”,
fue el polémico trabajo arriba citado el que terminó por levantar ampollas en
aquellos seguidores que demandaban mayores dosis de mala hostia en los álbumes
de estos alemanes. También hay que decir que en los álbumes que han lanzado en
este milenio, siempre hay una o dos piezas que muestran una mayor agresividad,
aunque esa energía por momentos parecía contenida.
Si hace pocos meses alguien nos hubiera dicho que “The
God Machine” traería de vuelta la faceta más cruda de Blind Guardian
seguramente hubiéramos optado por ponerle una camisa de fuerza, más aún si
escuchamos el orquestal “The Legacy Of The Dark Land” lanzado hace solamente
tres años, pero lo cierto es que, por deseo propio Hansi Kürsch y André
Olbrich, con ayuda de su ya inseparable productor Charlie Bauerfeind, han destrozado
nuestro escepticismo y nos han entregado un álbum que, a buen seguro, ha dejado
muy satisfechos a gran parte de sus seguidores.
Antes de entrar ya en materia musical puede señalarse el
hecho de que la portada no ha sido diseñada por Felipe Machado Franco, quien
había realizado la mayoría en este nuevo milenio, sino por el joven Peter
Mohrbacher, rompiendo considerablemente con el estilo más o menos similar que
venían mostrando últimamente las carátulas del grupo.
Hacía muchísimo tiempo que uno no disfrutaba tanto de
un opener de este conjunto. Así pues, “Deliver Us From Evil” es un golpe
de Power Metal con matices de Speed tras esa colosal batería, en el que Hansi
sigue mostrándose como el sobresaliente vocalista que ha sido siempre. Sobre la
parte intermedia las guitarras ralentizan por momentos el ritmo, pero es un
respiro que durará poco tiempo ya que pronto volveremos a navegar por nuevas
estrofas y estribillos corales a máxima velocidad. Hay, además, una buenísima
sección de solos interpretados al unísono que suenan tan distorsionados como
compenetrados. Creo que desde “This Will Never End”, aquella pieza que abría “A
Twist In The Myth” (2006), no escuchaba una apertura tan buena par aun disco de
Blind Guardian. La letra, por cierto, están inspirada en la aclamada obra de
teatro “The Crucible” de Arthur Miller, cuya trama tomaba, a su vez,
referencias de las brujas de Salem.
Al parecer no hay un amago de pausa de momento con la
entrada de la salvaje “Damnation” y su descomunal velocidad (insisto en que
hacía mucho tiempo que los alemanes no sonaban tan fieros) bañada en una
agresividad extra que solamente parece tomarse un descanso en el estribillo
coral. Olbrich firma aquí uno de los solos más vistosos de todo el LP (creo que
mi favorito) sobre una pista de doble pedal adictiva. Sobre la letra, según ha
revelado Hansi, toma inspiración de la trilogía “Crónica del Asesino de Reyes”
del aclamado Patrick James Rothfuss.
Pese a no contar con la velocidad de otras piezas del
álbum, la ya conocida “Secrets Of The American Gods” está entre los mejores
momentos de todo el LP. ¿El motivo? Sencillamente, si es que esa expresión
puede usarse en un disco de estos artistas, nos ofrece siete minutos de Metal
sinfónico, con un ritmo constante y muchos arreglos orquestales sobre los que
Hansi brilla con luz propia gracias a una interpretación vocal sublime. Además,
el estribillo para mí es, probablemente, por su desarrollo más extenso y por la
cantidad de arreglos que esconde, el más completo y perfecto de todo el
LP. Líricamente está inspirada en la
interesantísima novela “American Gods” de Neil Gaiman, publicada en 2001.
Aunque no fue lanzada como sencillo hasta hace más
bien poco tiempo, “Violent Shadows” fue la primera pieza que pudimos escuchar
de este trabajo, cuando allá por 2020 el conjunto la interpretó en la
alternativa versión de Wacken (Wacken World Wide), antes incluso de grabarla en
el estudio. Esta en seguida despertó ciertas esperanzas en muchos fans que
hacía tiempo que sentían cierta desilusión con cada nuevo LP del grupo. Un
auténtico cañonazo de Speed Metal que nos remite al pasado más grandioso del
grupo, pero también a pequeñas pinceladas de genialidad más recientes como
“Ride Into Obsession”. Hansi está pletórico, rugiendo y apoyándose en esos
coros tan característicos de este grupo, para cuajar una nueva interpretación
demoledora. La base instrumental también suena excelente, con diversos cambios
rítmicos que aniquilan al instante cualquier posible repetición de patrones, y
que redondean al alza el número con un nuevo solo de guitarra monumental. La
letra, según ha confirmado Hansi recientemente, habla sobre un personaje de la
saga “The Stormlight Archive” (en español conocido como “El Archivo de las
Tormentas”) de Brandon Sanderson llamado Kaladin, quien es famoso por su
habilidad con la lanza y por su capacidad de liderazgo.
Más de uno pedirá mi cabeza, pero me ha costado un
poco más degustar “Life Beyond The Spheres” (pieza cuyo título, por cierto,
coincide con un álbum en vivo lanzado en 2017), no tanto por su gran estribillo
(te deja sin palabras), sino por el ritmo más lento y monolítico que extienden,
a mi parecer, más de la cuenta (seguramente con un minutaje menor el tema les
hubiera quedado más redondo). Hay buenos sintetizadores, algún riff salvable,
matices progresivos y, como ya dije, un estribillo muy destacable, por lo que
no debemos ser excesivamente críticos con esta lograda composición. La letra,
por cierto, habla sobre el Big Bang, centrándose en esos primeros momentos
después de que todo comenzara, así como incluyendo algunos versos que hablan
sobre la evolución del universo con el paso de los milenios.
Este pequeño “traspiés” que a más de uno le habrá
hecho temer que lo que resta de disco se va a parecer a sus últimos, y menos
inspirados, trabajos es compensado rápidamente con la enérgica y espídica “Architects
Of Doom” en la que volvemos a reencontrarnos con la faceta más demoledora de un
grupo que, insisto, parece estar viviendo una segunda juventud. Hansi canta de
una manera colosal, bordando una exigente pieza que le obliga a desgañitarse en
todo momento. El solo, construido a base de guitarras gemelas punteando a la
velocidad de la luz, evoca a los mejores Helloween, mientras que el estribillo,
con más dosis de coros, tiene un punto progresivo-espacial que empasta a la
perfección no solo con el desarrollo instrumental, sino también con una letra
que toma inspiración de la legendaria Battlestar Galactica, una de las grandes
franquicias de Ciencia Ficción. Power Metal de la vieja escuela y, con toda
probabilidad, mi pieza predilecta de todo el disco.
Tras tantos temas de altas revoluciones, era de
esperar que pronto emergiera una pieza más lenta y dulce. “Let It Be No More”
es lo más parecido a una balada que podremos encontrar en el LP, con un ritmo
pausado lleno de melodías, arpegios, arreglos de cuerda, mucho sintetizador y
un entregado Hansi (me encanta esa faceta vocal más emotiva que posee) que
canta a su difunta madre, aunque también en su letra ha tomado inspiración de
la distópica serie “The Leftlovers”. En el momento del elegante solo de Olbrich
las revoluciones amagan con subir un poco, pero vuelven a la calma predominante
en este convincente, y necesario, número.
¡Vuelven los elfos! ¡Vuelven los Blind Guardian más
incisivos! “Blood Of The Elves”, además de uno de los mejores números de todo
el LP, nos ofrece uno de los retornos más claros del grupo a ese álbum clave en
su trayectoria que fue “Somewhere Far Beyond” (1992). Por fin podemos volver a
hacer headbanging con este grupazo, tras unos años donde las melodías y la
experimentación parecían haber borrado de la cabeza de Hansi y compañía cómo
componer piezas de alto voltaje. Guitarras salvajes tanto en el plano rítmico
como solista, voces dobladas para el estribillo, batería galopante y un estribillo
para el recuerdo…¡brutal! La letra, para aquellos que son adictos a las series
y los videojuegos, está inspirada en la saga de libros que daría lugar a “The
Witcher” (tanto la serie como el juego) que fue escrita por el polaco Andrzej
Sapkowski.
Para finalizar el grupo ha elegido un medio-tiempo
algo pomposo llamado “Destiny” que despierta por momentos los fantasmas del
pasado más reciente del grupo y que me hace pensar que cometieron un error al
ubicarla en último lugar, en vez de, por ejemplo, la previa “Blood Of the Elves”
que hubiera servido de cierre perfectamente. Tema con melodías de tintes épicos
e inspirado en el mismísimo Christian Andersen, concretamente en su obra “La
Dama de Hielo”, pero que, como digo, no termina de convencer. No obstante, tras
lo escuchado a lo largo de la obra uno termina la escucha con una gran sonrisa.
CONCLUSIÓN.
No creo que sea un pecado decir que “The God Machine”
es lo mejor, y más directo, que los bardos han publicado en las dos últimas
décadas. Esto lo han logrado al dejar de lado, casi del todo (hay un par de amagos)
ese exceso de capas sinfónicas que quitaban personalidad y crudeza a sus últimos
esfuerzos discográficos para recuperar su propia esencia…la que les convirtió
en iconos. ¡Por cierto! Honor en especial para ese maestro musical llamado
Hanksi Kürsch, quien sigue cantando con la potencia y clase de siempre (¿será
capaz de volcar todas estas buenas sensaciones en sus futuros directos? Hagan
sus apuestas).
Sin lugar a dudas, uno de los trabajos más excelentes de este 2022 y de las mejores referencias del Guardian Ciego desde “Imaginations From The Other Side”.
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