Cuando a una de las mejores vocalistas femeninas de la historia la acompañan tres músicos compenetrados y con un estilo bien definido es difícil que alguna vez decepcionen. Halestorm, en otras palabras, siguen empeñados en hacernos sonreír con cada nuevo álbum.
Halestorm, al igual que
su vocalista, no han dejado de crecer tanto en el plano musical como en los
índices de popularidad, logrando llenar grandes salas a lo largo de la
geografía mundial (esta banda tiene un directo imponente) y logrando generar
una expectación considerable cada vez que anuncian un nuevo álbum. Si bien su
debut homónimo data de 2009, no fue hasta “The Strange Case Of…” (2012) cuando
realmente comenzaron a despertar el interés de la audiencia del momento (es
difícil no desmelenarse con canciones como “Love Bites” o “Mz Hyde”) Posteriormente,
y sin olvidarme de sus EPs de versiones, vendrían otros dos grandes LPs de
estudio como “Into The Wild Life” (2015) y el más reciente “Vicius” (2018), aunque
siento que están un poco infravalorados (el primero no recibió tan buenas
críticas por coquetear un poco más con el Pop y, personalmente, el segundo es mi
preferido de este cuarteto).
Como tantas bandas, el nuevo álbum de estudio de estos muchachos, titulado “Back From The Dead”, nació en plena pandemia del COVID-19, concentrando 11 nuevas canciones con las que pretenden dar continuidad al excelente nivel que han sabido mostrar hasta ahora.
Veamos qué tal se mantienen Lzzy Hale y sus muchachos.
La ya conocida y homónima “Back From The Dead” inicia el
disco detonando nuestros oídos con una actitud ruidosa y vibrante que logran a
partir de un riff principal maravilloso. Lzzy se desgañita con sus inconfundibles
registros (tiene unos screams
tremendamente punzantes) firmando la primera de un buen puñado de grandes
interpretaciones en este álbum.
“Wicked Ways” golpea
también con fuerza desde el primer segundo, ofreciendo un nuevo estribillo
“marca de la casa” (Lzzy Hale una vez más se deja el aliento), así como una
sección instrumental con toneladas de distorsión.
El tercer tema del
disco es “Strange Girl” y parece que la intensidad baja un par de peldaños,
acercando el disco a un medio-tiempo fácil de digerir con ciertas similitudes a
“Do Not Disturb” de su anterior LP.
La voz suena excelente y cuenta con ese efecto de voces dobladas que han
empleado en otros trabajos pasados.
“Brightside” permite
disfrutar a lo grande de esa solidez guitarrera que caracteriza a la dupla
Lzzy-Joe, combinando riffs rítmicos con un par de solos efectivos. Otra canción
fiel a la identidad de esta banda (puedo entender que haya gente que sienta
cierta sobrexplotación de las mismas fórmulas, pero Halestorm, como AC/DC o
tantos grupos de Hard-Rock, han optado por construir un sonido más o menos
lineal a lo largo de su discografía).
Con un ritmo bien
definido y hasta serpenteante en los versos y un puente-estribillo difícil de
olvidar la banda dio indicios desde el lanzamiento de “The Steeple” como
segundo sencillo del disco de encontrarse en un estado de forma más que
envidiable y similar al mostrado en “Vicious”. Una de las grandes joyas de este
disco.
La balada “Terrible
Things” entra por nuestros oídos como agua de mayo, rompiendo con el patrón de
contundencia y distorsión mostrado hasta ahora y apostando por emocionarnos
(atentos a los inesperados arreglos orquestales). Lzzy Hale nos vuelve a
recordar que no solo por su agresividad vocal es considerada como una de las
más grandes vocalistas femeninas de todos los tiempos. Su habilidad para
enganchar al oyente en temas más melódicos (honor también al resto de sus
compañeros tras los instrumentos) se hace más que palpable en otro de mis
números preferidos del disco.
Me encanta el puente de
“My Redemption”, pronunciado e interpretado instrumentalmente con un ritmo casi
martilleante que, como era de esperar, da paso a otro estribillo lleno de
adrenalina. En su conjunto estamos ante otra canción cumplidora y fiel a los
cánones del grupo, pero que ni mucho menos se siente como repetitiva.
Y llegó la hora
“Bombshell”, otro plato fuerte de este “Back From The Dead”. Con un ritmo
sólido y a medio gas creado a partir de un bajo distorsionado, Lzzy nos brinda
un nuevo numerazo vocal al que decide imprimir un plus de mala hostia para dar
más énfasis a la reivindicativa letra contra la misoginia existente en la
industria musical (“Sé una buena niña,
sigue el juego, ponte tu falda corta, canta tu canción”).
Esos riffs muteados en
los versos “I Come First” la tornan irresistible, aunque el puente puede pecar
un poco de repetitivo. Sin embargo, las buenas sensaciones retornan en el
estribillo tan furioso que posee (Lzzy alarga las notas con mucha elegancia).
Cerca del final de la
obra seremos aplastados por una densa avalancha sonora titulada “Psycho Crazy”
que va ganando enteros con las escuchas y que se postula como clara candidata
para sonar en futuras giras del cuarteto. Medio-tiempo agradable y que crecerá
en intensidad en su segunda mitad, haciendo posible un nuevo momento de
lucimiento para nuestra querida cantante.
Para cerrar el disco el
grupo reservó una nueva balada interpretada a piano y que responde al nombre de
“Raise Your Horns”. Tanto por la emotividad instrumental como vocal puedo
afirmar que de haber sido esta canción interpretada por alguna estrella del Pop
actual hablaríamos de un hit instantáneo que las emisoras de radio nos pondrían
hasta en la sopa.
Desde “Vicius” me da la
sensación de que Halestorm nunca antes había sonado tan compenetrada como
banda. Con “Back From The Dead”, Lzzy Hale y sus chicos dan continuidad a los
éxitos del pasado, manteniéndose fieles a su propia esencia. Hay quienes preferirán propuestas
más frescas o variadas, pero para vuestro humilde reseñista, los
estadounidenses han vuelto a firmar un disco notable y eso es más que
suficiente a estas alturas de la historia.
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