Corría el año 2003 y los hijos predilectos de la Bayona francesa, mejores conocidos como Gojira, tenían en su haber un notable álbum de debut titulado “Terra Incognita”. La buena acogida de este generó en el conjunto liderado por los hermanos Duplantier la necesidad de entrar en el estudio de grabar un nuevo álbum que confirmarse el poderío del conjunto, así como el estilo que querían llevar a cabo en su carrera (todavía en su primer LP se les notaba un poco desubicados, aunque en su mayoría las canciones son cercanas al ADN del conjunto). “The Link” sería el título de una obra que giraría en torno a la temática del medioambiente y de la búsqueda espiritual del ser.
Aprovecho aquí para
hacer un inciso y comentar que algo que me encanta de este grupo es que en cada
álbum, aunque el sonido sea más o menos similar, se esconde un trasfondo propio
que observamos de lleno en el plano lírico. Por ejemplo, “The Way Of All Flesh”
tiene un tono más depresivo y habla sobre la muerte desde una perspectiva
amplia, mientras que “From Mars To Sirius” tira de una temática más espiritual.
Me dejo de preámbulos y
os invito a escuchar y leer esta reseña de un disco “menos famoso” de Gojira:
El primer cañonazo que
reciben nuestros oídos es la canción homónima. “The Link” abre con percusión
tribal poco antes de que Mario cambie la dinámica con sus pedales y la canción
se torne más frenética. En poco tiempo se sumará la voz de Joe, basada en esta
ocasión en rugidos, que encaja a la perfección con el concepto global de la pista.
Esta tremenda apertura creo que es un aliciente suficiente para
seguir escuchando la obra al completo.
“El
que aprende debe sufrir
Quiero
protegerme, dejar a los demás
Sueño,
corro a un lugar mejor
infierno,
ilusiones, veo
Este
estado de mi inconsciente”
Se viene una canción inexplicablemente
infravalorada. “Death Of Me” es pura rabia emergida, fundamentalmente, de un
nuevo desmadre tras los tambores y platillos (ojo a esta última aportación) de
Mario. Tempos completamente dislocados, sin un patrón definido que aportan esa
mezcla de caos y de estar escuchando algo completamente imprevisible.
“Agotado
ya no intento revelarme
Y
ya no quiero liberar mi alma
Pero
no debo olvidar todo lo que hice por nosotros
Así
me siento insustituible
Finalmente
habías llegado a la muerte
Y
nunca volverás a la vida
Quema
la realidad negra del ego
Trae
la luz quiero ver tu cara”
Antes de que “Remembrance”, una de las canciones que
más trascendieron de este LP, haga acto de presencia, escuchamos una breve
instrumental llamada “Connected” basada en una percusión tribal propia del
Amazonas que prepara el cuerpo para una tormenta ensordecedora sobre la que,
ahora sí, Joe despliega su voz más gutural. Aquí el cuarteto pone de manifiesto
su poderío instrumental, firmando una canción marcada por un patrón
rítmico férreo, constante y que, en
ocasiones, viene acompañado de algún cambio acertado. Aunque si hay algo a
destacar de este monumental tema es el breakdown (minuto 3:22 en adelante) que
posee y que dejará a todos boquiabiertos por la coordinación de los muteados
instrumentos de cuerda con el doble pedal de Mario. Es tan bueno este instante
que, aunque quedara fuera de los repertorios de alguna que otra gira, esta
sección solía ser interpretada en algún instante. Siéntate y disfruta.
“Siento
que vengo de mejores condiciones
Enterrado
en lo profundo de mi mente lo olvidé
Despierta
mi alma
Quiero
encontrar y beber esta luz
Imágenes
del pasado
Otras
vidas y otros lugares
Siempre
los mismos abrazos
Vuelvo
a donde he estado”
Los arpegios espirituales y el sonido de un hombre
llevando a cabo una especie de ritual dan lugar a “Torii” un nuevo instrumental
de breve duración que hace de preludio para “Indians” (no confundir con el
clásico de Anthrax), canción con especial protagonismo de unas guitarras que
tratan de martillear tu mente con su sonido cortante y constante durante gran
parte de la pista. En algunos instantes introducirán elementos más veloces,
siendo el más plausible el outro que impone un final mastodóntico al corte.
“Tú
no eres el indicado
Tú
piensas que eres
Desde
que naciste
solo
amor”
Otro número más conocido de este disco es “Embrace
The World” una canción que fusiona el estilo de Gojira (ese Death Metal con
toques progresivos) con elementos de Metal más contemporáneo y propio de bandas
como Trivium o Korn. Una exhibición de maestría y de mala leche encabezado por
el imparable Mario Duplantier, ese genio de la batería y esta podría ser una de
las mejores interpretaciones que nos ha dejado. Amantes del Death Metal, poneos
las botas y desmadraros con este regalo.
“Cierro
mis ojos
Estoy
por todas partes, me siento tan presente
Abrazando
la vastedad que sostengo
Frente
al mundo
Me
convierto en parte de eso
Ya
no estoy solo
Abrazo
el mundo”
Me encanta “Inward Movement” por su carácter
completamente rompedor. Los riffs se tornan más densos, más depresivos y menos
centrados en volarnos la sesera en cuanto a velocidad. Joe canta a las mil
maravillas, alargando cada verso, mientras las percusiones parecen emular a las
tribus que todavía persisten en nuestros tiempos. Poco después del minuto 1:40
la pieza hace por acelerar con muteados algo más rápidos bien compenetrados con
la batería y que juegan con numerosos cambios de aceleración.
“Camino
dentro del corazón de mi reino
Sube
una montaña y párate en la cima
Yo
soy el rey y soy el sirviente
Sigue
las reglas del gran poder amoroso”
Si conocéis “Terra Incognita” seguramente os habrá
llamado la atención el aroma funky de “Satan Is Lawyer”. Pues en “The Link” nos
encontramos con una canción similar en cuanto a asumir más riesgos y apostar
por algo completamente diferente. “Over The Flows” da mucho peso al bajo y a la
batería (las guitarras pasan a un plano casi sobrante), mientras que Joe canta
también de un modo más peculiar.
“Sobre
el cielo
Encontré
un lugar donde puedo estar
No
hay necesidad de correr
Sigo
mi corazón
Entiendo
por qué y cuándo
Y
de qué se trata”
La calma extraña del número anterior llega a su
final con la salvaje y apresurada “Wisdom Comes”, una canción que me gusta por
ese ritmo constante de pedales y por las guitarras casi gemelas que puntean
durante gran parte del corte. Recomiendo muchísimo la versión en vivo del “The
Link Live”. Velocidad sangrienta y malintencionada. Así es como Gojira se han ganado
un puesto en la eternidad.
“El
que aprende debe sufrir
E
incluso en nuestro sueño
El
dolor que no se puede olvidar
Cae
gota a gota sobre el corazón
Y
en nuestra propia desesperación
Contra
nuestra voluntad
Viene
la sabiduría a nosotros
Por
la terrible gracia de Dios”
El disco llegará a su final de la mejor forma
posible, gracias a “Dawn”, canción de más de ocho minutos completamente
instrumental en la que podemos diferenciar una primera parte más mística y
pausada, construida a partir de riffs suaves y elegantes, antes de que la
batería de Mario imponga cuatro marchas más a la máquina de Gojira y la locura
haga acto de presencia. A partir de aquí nuestros muchachos jugarán con ambas
estructuras hasta el final.
Con “The Link” Gojira dio un paso más sólido que en
“Terra Incognita”. La banda estaba completamente compenetrada, con un sonido
más definido y con una calidad lírica y compositiva casi perfecta. Pronto
llegaría “From Mars To Sirius” (probablemente su obra maestra), pero creo que
hay que ir más allá de esas obras clásicas y disfrutar de estos primeros
trabajos algo menos conocidos. “The Link”, en definitiva, es un trabajo, como
fan acérrimo del conjunto, de un nueve que casi rozaría el 10.
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