The Pretty Reckless no necesitó mucho tiempo en sus inicios para demostrar al mundo que no se trataba de un proyecto nacido del capricho de Taylor Momsen, quien ya por aquellos momentos podía presumir de tener reconocimiento mundial al interpretar a la niña de la película del “Grinch” (más de uno se acaba de quedar sorprendido con este dato). Con “Light Me Up” y “Going To Hell”, sus dos primeras referencias de estudio, el conjunto se mostró férreo y capacitado para portar la antorcha del Rock a las nuevas generaciones con canciones accesibles y enérgicas. Momsen, aunque también recibiría “piropos” por su belleza por revistas de ADN machista que la catalogaron como “la fémina más caliente”, conquistó a la audiencia con una voz versátil e ideal para este género.
Fue en 2017 cuando
vería la luz “Who You Selling For”, disco que, al menos para mí, es insuperable
dentro de su discografía. La banda dio un salto tremendo de calidad con una
propuesta sonora mucho más ambiciosa y, en ocasiones, “vintage” que terminó por
ganarse mi atención hacia este grupo. Con semejante obra era normal esperar con
ilusión “Death By Rock And Roll”, su nuevo disco que, como adelanto a lo que
leerás después, ofrece un nuevo abanico de estilos que seguirá la estela de su
predecesor.
Con el
tema homónimo iniciamos nuestra travesía por todo lo alto. Hard-Rock de
muchísima calidad edificado a partir de un riff adictivo sobre el que la
señorita Momsen demuestra sus dotes como vocalista. También me ha gustado
bastante la letra y su canto de amor eterno por el género, más allá de la
propia muerte. Eso sí. Para mí “Only Love Can Save Me Now” termina por
convencernos para seguir adelante con la escucha. Mucha atención a los coletazo
de Post-Grunge que se marca el grupo y que, al menos a mí, me recuerdan considerablemente
a los mostrados por Soundgarden en discos como “Badmotorfinger” o
“Superunknown”. No es casualidad, de hecho, que en el corte colaboren dos
músicos del conjunto, concretamente los mismísimos Kim Thayil y Matt Cameron.
Cabe señalar que, cuando Chris Cornell se suicidó, se encontraba girando con
Soundgarden y, como teloneros, estaban los Pretty Reckless, así como el hecho
de que Taylor siempre ha citado a Chris como uno de sus mayores ídols.
El riff
inicial y distorsionado de “My Bones” no es precisamente fácil de encontrar en
el catálogo del grupo, lo cual en ningún momento debe interpretarse como un
error. Taylor vuelve a jugar con sus diversos registros, tirando de rugidos en
un estribillo para ponerse en bucle. Ojo al minuto 2:30 y la entrada de un
inesperado cambio de ritmo hacia terrenos más veloces y con pequeñas
intervenciones de teclados en la base (parece una canción teatral nuevamente).
La canción gana mucho con las escuchas, por cierto.
Algo que
siempre ha dominado este grupo es el asunto de facturar baladas con mucho
encanto. Muchísima atención a la moderna y acústica “Got So High” por su tierna
fusión de piano y guitarras, así como por la voz más dulce de la señorita
Momsen. Algo similar, aunque, tal vez con más clase, sucederá unos minutos más
tarde con la preciosísima balada Country “Standing At The Wall” y sus logradas
orquestaciones.
“Broomsticks”
dura solo 30 segundos pero podría pertenecer a cualquiera de las macabras
películas de Tm Burton (¡es puro Halloween!). Esta sirve para introducir uno de
los cortes más memorables del disco. “Witches Burn” cuenta con unas guitarras
muteadas y simples que van tejiendo una telaraña de ritmos a medio gas sobre
los que Taylor sigue haciendo lo que le da la gana. El estribillo no necesita
de grandes inventos para convencer.
“Turning
Gold” suena desértica y cuenta con la incorporación del sitar en algunos
instantes, aunque en términos globales posee una inspiración más noventera que
recuerda, descaradamente, a su ya reconocidísima “Light Me Up”. No es de mis
predilectas. De hecho diría que es la más floja de una obra, hasta el momento,
de un nivel elevado. Menos mal que “Rock
And Roll Heaven”, con una onda más eclesiástica (muy fan del Hammond), Country
y sureña, trae de vuelta a los mejore Pretty Reckless. Muchísima atención a la
emotiva letra de la misma con la que los americanos homenajean a tantos y
tantos de nuestros héroes caídos.
Cada
nuevo lanzamiento del grupo es, al mismo tiempo, un nuevo acierto en la carrera
de un grupo que no conoce, hasta el momento, el fracaso. Este nuevo disco es
accesible a todos los públicos pero, al mismo tiempo, se muestra en ocasiones
lo suficientemente refinado para satisfacer a los que demandan más
sofisticación.
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