Este año hemos querido otorgarle este “premio” al
guitarrista de una de las bandas que más han dado de qué hablar este año. Greta
Van Fleet es ya una banda de primera categoría (eso nadie lo duda) y su legión
de fans no deja de crecer. Como prácticamente todos sabréis, la banda no deja
de ser comparada con Led Zeppelin por la similitud de algunas de sus canciones
con el estilo de Led Zeppelin, y hay que reconocer que ciertas semejanzas sí
que las hay, pero esto lo vemos como algo positivo. Jake Kiszka recuerda en su
forma de tocar a Jimmy Page, nadie lo niega, pero ya les gustaría a muchos
poder emular al mítico músico de las guitarras de dos mástiles. Su estilo es
clásico, con una facilidad para los punteos realmente envidiable y con una
habilidad adicional para tocar otros instrumentos como, por ejemplo, la mandolina.
Su papelón en “Anthem Of The Peaceful Army” lo convierten en nuestro
guitarrista del año.
Calificación: ***** Después de “The Dark Side of the Moon” (1973), Pink Floyd se consolidó como una de las bandas más influyentes del planeta. El álbum permaneció varios años en las listas de ventas (pocos pueden presumir de semejante hazaña), despachó millones de copias y convirtió al grupo en un fenómeno cultural. Sin embargo, aquella fama descomunal trajo consigo una profunda crisis interna. La presión por mantener el éxito resultó asfixiante, y los músicos comenzaron a sentir una creciente distancia respecto a la industria y a su propio público. Roger Waters, cada vez con mayor control creativo, percibía que la música perdía su esencia en favor del negocio. En ese ambiente turbulento pero aún próspero nació “Wish You Were Here”. Elaborado principalmente en los Abbey Road entre 1974 y 1975, el proceso fue arduo: los ensayos eran tensos y la inspiración aparecía a trompicones. El grupo incluso probó material en vivo (durante la gira de 1974 ya interpretaban esbozos de “Shine On Yo...
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