En 1981 el nombre de
Def Leppard parecía haber comenzado a sonar familiar entre los miles de
rockeros que comenzaban a disfrutar del nacimiento de la NWOBHM (New Wave Of
British Heavy Metal), en el que surgieron algunas de las bandas más grandes de
la historia del Metal.
Un año antes, Leppard
había lanzado “On Through The Night”, su primer disco, que tenía un sonido
acorde con los parámetros que definieron al movimiento anteriormente
mencionado. Su buena recepción comenzó a traducirse en un mayor número de
conciertos repletos de gente y, además, logró despertar el interés de uno de
los personajes más importantes dentro de la industria rockera: Robert “Mutt”
Lange, quien rápidamente se ofreció a trabajar con ellos.
Fue a mediados de 1981
cuando “High ‘N’ Dry” salió a la venta. La influencia de “Mutt” quedó patente
en un trabajo de una sobresaliente producción y cuyo sonido, en muchas
ocasiones, resulta similar al gran álbum de otra banda con la que trabajó un
año antes el mismo productor: El “Back In Black” de AC/DC (¡casi nada!)
Fue con “Mutt” con
quien la banda, realmente, descubrió su sonido y su estilo. Si bien es cierto
que en este “High ‘N’ Dry” se pueden escuchar aspectos similares a "On Through The Night", sin mucho
esfuerzo nos daremos cuenta de que en un solo año que había transcurrido entre
ambos discos, Def Leppard alcanzó su madurez compositiva.
Sin mucho más que decir
empiezo a analizar ya mismo este fabuloso disco:
El disco comienza con
la hostilidad de “Let It Go”, un tema de Hard-Rock clásico, que claramente está
influenciado por el sonido de AC/DC, y que cuenta con una sólida secuencia de
Riffs, especialmente el primero que puede escucharse, así como unos
estribillos brillantes debido,
principalmente, por la presencia de unos elaborados coros.
Lejos de pausar un poco
el ritmo, “Another Hit and Run” mantiene la solidez del primer tema, sonando,
eso sí, algo más oscuro que su predecesor. Riff pesados, más cercanos al Heavy
Metal, sobre los que avanza un soberbio Joe Elliott, que canta con mucho
sentimiento y potencia cada verso y estribillo, en el que también aparecerán
los gloriosos coros del primer corte. El solo de guitarra suena monumental.
Sin duda, el momento
más cercano a AC/DC (100% clavado) llega con “High 'n' Dry (Saturday Night)”,
todo un clásico de Leppard que nace sobre un Riff que bien podría haber sido
creado por los hermanos Young. El momento más similar a los australianos lo
encontraremos en el puente y el estribillo donde la voz de Elliott es casi un
calco de la de Brian Johnson. Estribillo festivo, eléctrico y extremadamente
pegadizo.
La suavidad aparece por
primera vez en todo el LP con “Bringin' On the Heartbreak”, una bellísima
composición con sabor ochentero que podría considerarse un baladón mayúsculo.
Joe canta a la perfección, dramatizando cada segundo en el que tiene que poner
voz a este corte. El puente parece anunciar que va a explotar la canción en
algún momento, pero, lejos de que esto termine ocurriendo, el estribillo nos
devuelve a la tónica emotiva del inicio.
“Tres minutos de pura
exhibición instrumental” podría ser la definición perfecta para “Switch 625”,
la canción del LP donde más brillan las guitarras de Clark y Willis, con una
sucesión de solos técnicos e incendiarios que muestran una vez más por qué Def
Leppard es una de las bandas más queridas del Rock. No es necesario que Joe
salga a cantar para disfrutar de este temazo.
“You Got Me Runnin'”
estaba destinada a triunfar. Hard-Rock facilón, construido bajo potentes Riffs,
una base de bajo-batería brillante y un vozarrón como el de Elliott. Los estribillos,
de nuevo con un gran peso de los coros, terminan de bordar la canción.
Unas sentimentales
guitarras gemelas abren “Lady Strange”, otra de las grandes composiciones del
disco, que tiene un sonido similar al de Kiss, especialmente por el parecido
entre las voces de Joe Elliott y Paul Stanley.
Con el mismo nombre que
el primer álbum de la banda, “On Trough The Night” es un claro ejemplo del
sonido que muchas bandas británicas comenzaron a desarrollar a principio de los
80 dentro de la NWOBHM. Cabalgantes Riffs dirigen a un Elliott que, por su
forma de cantar en los versos, me recuerda a las líneas de “Hangar 18” de
Megadeth (tal vez sean ilusiones mías).
Llegando casi al final
nos topamos con la oscura “Mirror, Mirror (Look into My Eyes)”,
una canción cambiante, muy interesante en el aspecto instrumental (¡ojo al bajo
de Rick Savage) y en el vocal, brillando los llamativos coros y la rebelde voz
de Joe.
Llegamos al final con “No
No No”, la canción más rápida de todo el trabajo, y una de mis preferidas por
razones obvias. Hard-Rock vibrante, “speedico” y sin nada que ocultar. Los
Riffs, además de complejos, son extremadamente técnicos, lo mismo ocurre con el
solo posterior, y Joe clava una de las mejores interpretaciones vocales,
explotando a gritos en el sencillo pero energético estribillo. Un final de lujo
para un disco histórico.
Muchos se quedan con “Pyromania”
o con “Hysteria”, pero para mí la gran obra de este quinteto fue el eléctrico y
juvenil “High ‘N’Dry”, uno de los discos más importantes de la década ochentera
con la que Def Leppard se dio a conocer por todo el mundo.
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