Aerosmith había consolidado su poder con "Toys In The Attic"
(1975), un disco histórico dentro del Hard-Rock que permitió a la banda
originaria de Boston ascender hasta la cima del género, haciéndose un hueco
entre el numeroso conjunto de bandas que comenzaban poco a poco a dar pasos
agigantados en el Hard-Rock, como AC/DC o Kiss, entre otros. Este éxito, como
en muchos casos, vino acompañado de un aumento de los excesos por parte de la
banda (más dinero = más para invertir en adicciones), que provocaría tiempo
después la caída en desgracia de la banda.
Convertidos en rockstars, entraron, primero, en los Wherehouse y,
despúes, en los Record Plant (Nueva York) para grabar un nuevo LP que fuera
capaz de mantener el nivel de la anterior entrega y pudiera terminar de
consolidar su nombre en el estrellato. Las drogas no fueron capaces de frenar,
al menos en este disco, la creatividad del grupo, pariendo el disco en un solo
mes (de febrero a marzo). De nuevo, fue
Jack Douglas, inseparable amigo de la banda, quien se encargó de
producir el nuevo disco de la banda, que finalmente vio la luz el 3 de mayo de
1976 bajo el sello Columbia Records.
Entre gran parte de la fanaticada de Aerosmith siempre ha existido un
gran debate sobre si "Rocks"
fue capaz, o no, de superar al "Toys In The Attic". No seré yo quien
dé respuesta a esta vieja discusión (no puedes comparar dioses), aunque creo
que tal vez me quede con "Toys". Por otro lado, ya a título personal,
me declaro un enamorado de los dos primeros discos de la banda, especialmente
de "Get Your Wings", los cuales para mí no desmerecen si los comparas
con estos dos titanes.
"I'M
BAAAAAAAAAAACK!!!!!!!"
A grito pelado empieza el disco. "Back In The Saddle" es todo un clásico dentro de la extensa
discografía de los americanos. Steven Tyler mezcla su voz rebelde que va
reptando por los verses como una cobra que se acerca sigilosamente hacia el
estribillo, donde se desgañitará con la garra de sus gritos. La banda suena muy
conjuntada, sin fisuras y con una frescura envidiable. Sin duda, estaban en su
momento de gloria.
Pronto llegamos a mi
canción preferida del LP. "Last
Child" es perfecta en todos los sentidos de la acepción. Tras una
introducción que amenaza con altas probabilidades de ser una emotiva balada,
explota la batería de Kramer y se inicia
un tema que mezcla el Rock con claras influencias de Funk. Espectacular solo
que se marca Brad Whitford, con una sólida base de Perry, Joey y Tom. Aún mejor
me parece la versión que la banda se marcó de este tema en el Download Festival
2014 y que aparece en el concierto "Aerosmith Rocks Donington 2014",
ya que la banda se saca de la chistera un jam de guitarra, más funky aún, que
suena sorprendentemente bien.
Sin tiempo para tomar
un respiro se incendia el ritmo con los Riffs de "Rats In The Cellar", otro clásico de la banda, en el que
la banda acerca su sonido al del Metal más acelerado y furioso. Entre los
punteos de Perry y la armónica de Tyler, los instrumentales, tanto el intermedio como, el que conduce
hasta el final, son para enmarcar. Pocas bandas pueden igualar el nivel de
Aerosmith en sus mejores etapas.
Seguimos en nuestra
travesía por el paraíso con "Combination",
otra pieza que todo oyente debe detenerse a escuchar y disfrutar porque merece
la pena. Casi 4 minutos de Hard-Rock pesado, del sólido e inquebrantable, con
una sucesión de Riffs y estructuras diferentes que hacen del tema un diamante
en bruto. El solo de guitarra, como acostumbra Perry, está al alcance de unos
pocos genios de la guitarra, y el papelón que hace Kramer en la batería,
sacando un amplio registro de golpes inhumanos, terminan de bordar la canción.
Adictiva como pocos es "Sick As A Dog", una canción
que, como curiosidad, contó con una línea de guitarra tocada por Tom Hamilton,
mientras que el bajo fue grabado por Joe Perry (tal vez fue por una apuesta o
algo jajaja), aunque el solo de guitarra sí que fue grabado, como viene siendo
habitual, por Perry. Buena canción, muy amena y pegadiza.
Sí, a estas alturas del
disco podemos decir que "Rocks"
está lleno de clásicos. "Nobody's Fault" es uno de los pocos temas de
esta banda que pueden etiquetarse como Heavies. Guitarras pesadas, muy
distorsionadas y con una voz desgarradora de Steven Tyler (especialmente en el
puente), todo bajo una atmósfera de misticismo. Instituciones de la música como
James Hetfield o Slash han confesado su devoción por esta composición, así como
otros iconos metaleros, como es el caso de Testament, no dudaron en grabar su
propia versión del tema.
Muy en la onda funky de
"Last Child" y de otros temas clásicos de Aerosmith, "Get The Lead Out" es una canción
fiel al sonido de la banda. Animada composición que mantiene sobradamente el
altísimo nivel del disco.
Como si en una máquina
del tiempo nos metiéramos, "Lick
And Promise" nos hace viajar unos años atrás en la década de los 70,
recordándonos el sonido clásico que impregnó el primer disco de la banda o al
un poco posterior "Draw The Line". Rock del de toda la vida, sin
complicaciones y con garantías totales de enamorar al oyente.
Por estos tiempos, y no
lo digo a modo de crítica, a Aerosmith le valía solamente una balada por disco
para salvaguardar su etiqueta de leyendas en el mundo del Rock. "Home Tonight" cierra el
disco con una fabulosa reivindicación de la belleza en forma de canción.
Sentido baladón que el quinteto se sacó de la manga, con una presencia
fundamental del piano, la superdotada voz de Sir Steven Tyler y de la guitarra
de Perry (¡enorme solo!). De esta manera tan emotiva llegamos al final de esta
pequeña travesía por el paraíso.
Número 3 en Billboard,
4 discos de platino, una influencia reconocida para bandas que vendrán poco
después (Metallica, Guns 'N Roses, muchos conjuntos de la NWOBHM,...), clásico
indiscutible para todos los medios especializados...¿qué más se le puede pedir
a "Rocks?
Suele decirse que "Toys In The Attic" fue grande y puso a la
banda en el lugar que correspondía, pero "Rocks" fue la gran obra de
Aerosmith, ya que representan la cima compositiva de "Los chicos malos de
Boston". No seré yo quien lo niegue.
Sea o no el mejor disco
del conjunto americano, eso lo dejo a gusto de cada lector y fan de la banda,
"Rocks" fue el último disco en el que el quinteto estuvo realmente
unido, sin grandes discusiones ocasionadas por las drogas. Un año después saldría
el notable "Draw The Line" (1977), un gran disco (¡me encanta!) pero
en el que la banda bajó un poco el nivel, fruto de las tensiones que más tarde
provocarían la causa de dos piezas fundamentales para la banda, Joe Perry y
Brad Whitford. Resucitaría la esencia de la banda, con todos los miembros
juntos después, sobra decir que "Get A Grip", "Pump" o
"Permanent Vacation" fueron grandes discos, pero, al menos para mí,
ninguno de ellos se puede comparar a los de la primera etapa de la banda.
Un disco 100%
recomendado y merecedor del 10.
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