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Megadeth - Rust In Peace (1990)

Calificación:*****
¡Tenía muchas ganas de reseñar este clásico imprescindible del Metal!

Corría el año 1988. Megadeth, gracias a la alta repercusión que había tenido dos años antes "Peace Sells" (1986) y la notable continuación que fue "So Far, So Good...So What" (1988), se habían convertido en una de las bandas más importantes del Metal americano, lo que terminó abriéndoles las puertas de grandes eventos como fue la edición del Monsters Of Rock de aquel año junto a titanes como Iron Maiden, que se encontraba celebrando el éxito reciente de su "Seventh Son Of A Seveth Son", Kiss, Guns 'N Roses, Helloween o David Lee Roth.

Sin embargo, no todo era bueno en la banda.  Dave Mustaine y Ellefson eran incapaces de superar su adicción por las drogas , cada vez mayor, así como no encontraban una formación estable para la banda. Este segundo aspecto fue solucionado, como en varias ocasiones más, con la expulsión de Jeff Young (guitarra) y Chuck Behler (batería). Poco tiempo después, para sorpresa del propio Dave, Nick Menza, quien había sido el técnico de batería de Behler terminaría convirtiéndose en el batería de la banda tras convencer al "colorado" con su técnica tras los parches. Un año después, Marty Friedman, quien había tocado para otras bandas como Deuce, Hawai, Vixen y, especialmente, en Cacophony, fue reclutado como guitarrista de la banda gracias a su virtuosismo. Eso sí, para estar dentro tenía que cambiarse su peinado glam. Como se puede leer en su autobiografía, Mustaine fue un maniático desde joven con el aspecto de sus miembros, y temas como el peinado o la ropa eran un asunto que le preocuparon mucho.

Para este personaje que escribe, ya aviso que esto es un aspecto muy subjetivo, es aquí cuando se conforma la formación más grande que tuvo Megadeth. La combinación de dos guitarristas tan especiales como Mustaine, quien había empezado a acudir a un programa de desintoxicación, y Friedman, la solvencia con el bajo que siempre ha tenido Ellefson y la habilidad del bueno de Menza, quien murió hace poco tiempo para mi tristeza, aportaron a Megadeth una técnica y un perfeccionismo nunca antes visto.  El sonido de la banda evoluciona hasta alcanzar el máximo nivel de clase y creatividad que han tenido.  Esto no quiere decir que me decante antes por el "Rust In Peace" que por el "Peace Sells", todo sea dicho, porque me es imposible elegir entre estos dos y el "Countdown To Extinction". Con la formación lista, Megadeth no perdió el tiempo y comenzó a trabajar en los Rumbo Recorders los temas para su nuevo lanzamiento.

La portada del disco fue realizada por Max Norman, artista responsable de parir la portada del "Peace Sells...But Who's Buying". En esta nueva entrega disfrutamos de un dibujo satírico en el que se muestra a nuestro querido Vic Rattlehead, la mascota del grupo, junto a George H.W. Bush, Mikhail Gorbachev, John Major, Toshiki Kaifu y Richard von Weizsäcker, contemplando a un alienígena atrapado en el Hangar 18, lugar del que os hablaré un par de párrafos más abajo.
Como curiosidad hay que añadir que el título del disco está inspirado en una pegatina que Mustaine vio detrás de un automóvil y que decía lo siguiente:  “One nuclear bomb could ruin your whole day; may all your nuclear weapons rust in peace” (Un arma nuclear puede arruinar tu día; que todas tus armas nucleares se oxiden en paz).

Antes de empezar a analizar el disco como es habitual, quiero anunciar que esta reseña va a ser algo diferente ya que junto a mi opinión podrán leer el análisis realizado por dos grandes amigos del Blog. Es un verdadero placer para mí contar en esta reseña con mis amigos Fede, redactor de Dosis Metalera, quien ha colaborado varias veces conmigo, y el gran Toki, youtuber y thrasher de corazón (y melena) que ama a Megadeth y que no dudo en unirse a esta reseña.


"No es nada nuevo que Megadeth es mi banda favorita. Al fin y al cabo llevo años con el sobrenombre “Mustaine” acuñado a la mayoría de redes sociales durante el 90% de mi vida en internet.  El disco que hoy voy a reseñar con mucho orgullo es Rust In Peace. Grandísimo disco de Megadeth, el favorito de la mayoría de aficionados (Aunque el mío sea Peace Sells) y el álbum donde la formación Mustaine – Ellefson – Friedman – Menza se consagró como la mejor de toda la trayectoria que ha seguido la banda." Toki


Holy Wars...The Punishment Due

Anfetamina: No hay nada mejor que iniciar el disco y encontrarme con mi canción preferida de la banda, Holy Wars… The Punishment Due, un corte dividido en dos partes, como podrás ver a continuación.  El Riff inicial, de los mejores jamás escritos, conecta rápidamente con los baquetazos de Menza para abrir fuego definitivamente y darnos la bienvenida a esta discazo y a la primera parte del tema, llamada "Holy Wars". No tardará demasiado en entrar la voz de un enrabietado Mustaine que realiza una enorme interpretación con el micro, pese a lo criticado que muchas veces ha sido por su forma de cantar. Tras el "holy wars...", comienza un breve punteo de guitarra acústica, que suena muy oriental, y se inicia la segunda parte del tema, llamada "The Punishmente Due", donde brilla aún más la voz, en un tono más dramático, y las guitarras,  hasta que llega el minuto 4:36 y se inicia el primer despliegue serio instrumental de esta nueva formación, con dos minutos de exhibición pura que son rematados por Dave Mustaine y su desesperado grito de "mercy killings!!!! killings!!! killings!!" con el que llegamos al final.

Dosis Metalera: Rápidamente, hay una canción que se lleva el podio a mejor canción, y esa es “Holy Wars”. Es una canción tan completa que es difícil arrancar a abrirla. La canción comienza con un Riff inconfundible, luego la batería de Menza acompañara con unos golpes de toms y el resto de la banda dará inicio a este ancestral himno del Metal. La voz de Mustaine en este álbum es muy buena (sí, todos sabemos que él es guitarrista y no cantante y que no es el mejor vocalista de la historia, pero no me imagino un Megadeth sin Dave al micrófono. ¿Ustedes?) Luego de que Mustaine diga las palabras “Holy Wars” habrá un corte donde brillara Friedman con una guitarra acústica haciendo un punteo que introducirá la parte “The Punishment Due” Durante los versos de esta sección habrá dos grandes solos melódicos por parte de Friedman, y un solo frenético en la parte más “Thrashera” de la canción que desencadenará un final épico y majestuoso. Este es el mejor comienzo posible para un álbum.

Toki: El álbum abre directo al grano, sin contemplaciones ni intros soporiferas. El rasgueo de las guitarras da paso a Holy Wars (canción indispensable para todo fan de la banda y amante del thrash metal) Poco después la guitarra es seguida por Menza y Ellefson que dan lugar a algo comparable a un despliegue de artillería, balas en forma de letras cantadas por Dave Mustaine, misiles con la poderosa base de batería que Nick Menza junto a la ametralladora que supone el bajo de David Ellefson. Sumado todo esto con la técnica y la habilidad de Marty Friedman que quedan totalmente impresas en este enorme tema, la canción avanza hacia un breve puente acústico seguido de una parte pesada antes de que las armas musicales vuelvan a disparar notas a velocidades endemoniadas  y sin compasión alguna para el oyente que intente hacer headbanging siguiendo el ritmo o de aquellos artistas de internet que hacen versiones de canciones. Con solos impecables, eléctricos y agresivos antes del verso final, la cantidad de trabajo, mimo y probablemente drogas que se puso a este álbum quedan impresas y no sería necesario seguir escuchando el disco si no aguardaran más joyas delante.

Hangar 18

Anfetamina: Dejamos un clásico para adentrarnos en otro. "Hangar 18" es otra de mis canciones preferidas de Megadeth. Una acelerada y tétrica introducción instrumental da paso a un cabreado Mustaine que nos comienza a hablar de la famosa leyenda del Hangar 18, donde se dice que se conservan restos extraterrestres que el Pentágono nunca ha querido sacar a la luz. El videoclip de este tema aclara aún más el contenido lírico de la letra. Los punteos que se suceden tras cada verso, y especialmente en los monstruosos solos, son de los mejores que podrás encontrar en todo el plástico. En el intermedio de la canción se inicia un instrumental extenso donde la dupla Mustaine-Friedman terminan de consagrarse, batiéndose en un monumental duelo de guitarras, que siempre termina en una sucesión de baquetazos cortantes de Nick "fuckin'" Menza. Un disparo directo a la mente del oyente.

Dosis Metalera: Todavía tengo el recuerdo del año pasado, que tuve la suerte de ver a Megadeth por primera vez. Y abrían con este tema. ¡Una puta locura! De más está decir, temas complejos si los hay. Está es una canción con poco contenido lírico (estrofas muy bien puestas), pero con una sobredosis de solos. La primera sección de la canción tiene buenos solos, y en líneas generales es muy buena pero lo que hace que esta canción sobresalte es su instrumental pero en el minuto 2:51 se va a dar uno de los mejores cambios de ritmo de la historia. Y ahora si… prepárense para los solos. Mustaine y Friedman se pondrán a batallar por más de 2:30 en un sinfín de solos cada uno mejor que el otro. Otra de las obras maestras de este disco.

Toki: Seis minutos después de la conclusión de Holy Wars, Mustaine ataca con un riff que pasará a la historia. Un riff que venía de su composición “When The Hell Freezes Over” durante su estancia en Metallica que la banda de San Francisco convirtió en “The Call Of Ktulu”.
Mustaine “recicla” este riff y lo convierte en otra de las canciones memorables de Megadeth, “Hangar 18” donde la letra trata el tema de los acontecimientos OVNI de Roswell. Pasados los primeros versos de descripción de este área, todos con el mismo riff salvo ciertos cambios que se hacen entre estrofa y estribillo, Friedman y Mustaine hacen gala de sus habilidades con las seis cuerdas, lanzando el resto de canción en forma totalmente instrumental. Solos que golpean al oyente, le obligan a dejarse las vértebras haciendo headbanging y endiabladas velocidades que caracterizan este disco son cosas que no puedo dejar de recalcar, así como la maestría con la que ambos guitarristas emplean sus conocimientos demostrándolos en todos y cada uno de los solos de esta pieza que, sin duda alguna, está en el lugar que se merece entre las canciones de Megadeth.


Take No Prisoners

Anfetamina: La esencia del Thrash Metal, con una dosis de Speed, llegan de la mano de la increíble "Take No Prisoners". Las guitarras quedan relegadas a un segundo plano para que los señores Ellefson y Menza nos hagan una demostración de lo que son capaces de hacer con el bajo y la batería respectivamente. Aquí aprovecho para reivindicar la figura de David Ellefson, uno de los bajistas más infravalorados que he escuchado. Su habilidad con el bajo se la he oído a muy pocos músicos, y es esta una de las tantas canciones donde "Junior" se luce con las cuatro cuerdas. El tiempo vuela al ritmo de la afilada banda, terminando con un estribillo cargado de furia (“take no prisoners, take no shit” ) y un excelente solo de Friedman.

Dosis Metalera: ¿Qué? ¿Decís que al Rust in Peace le falta thrash? Escuchate “Take no Prisoners” y después hablamos. Este tema es insania pura. Los riffs, el bajo de Ellefson. Pero destaco por arriba de todos a Nick Menza que en esta canción se desempeña como un dios por su intro de batería, por su manejo del doble pedal, por los fills, por todo. Una completa bestia. Gran solo por parte de Friedman y buen trabajo de Mustaine al micrófono.

Toki: ¿Pensaban que ahora íbamos a ir al intermedio? Pues no. Megadeth tiene una pila de uranio y ahora nos asaltan con “Take No Prisoners”. Sobra recordar que la velocidad de la canción es elevadísima, con Nick Menza a la batería ametrallando a todo fan de la banda. Los coros de la primera estrofa suenan atronadores y amenazantes, tal como dice la letra, se abren paso en nuestros cerebros y lo destrozan como un Panzer alemán cruzando las líneas. Un breve puente seguido de un corto pero intenso solo de bajo por Ellefson da lugar a la segunda parte de la canción que insiste en no tomar prisioneros, tal como ha hecho Megadeth sin dejar títere con cabeza a su paso con esta enorme canción mientras le dan la vuelta a la frase de Kennedy  “Don't ask what your country can do for you better ask what you can do for your country” Atronadores.

Five Magics
Anfetamina: "Five Magics" contiene uno de los instrumentales más interesantes de todo el disco gracias a los numerosos cambios de ritmo que se suceden. La extensa introducción, donde el bajo de Ellefson sigue teniendo gran presencia, sirve como preludio a la explosiva aparición con el micro de Mustaine y la consecuente aceleración de la marcha. Se vivirán momentos de gran emoción con los solos, y los diabólicos coros que acompañarán a Dave en numerosas partes de los versos, para terminar por todo lo alto con un señor solo del "colorado" y una acompañamiento de batería al más puro estilo Menza. Pista extraña pero genial.

Dosis Metalera: “Five Magics” es para mí, la canción más peculiar del álbum en cuanto a su estructura. Pero igual es brillante. El tema comienza con el bajo de Ellefson acompañado por un bombo de Menza y luego se le sumarán las guitarras de Friedman y Mustaine. Hasta el minuto dos las cosas seguirán por este camino. Pero aquí cambian las cosas y entra la voz de Mustaine acompañado por pesados riffs y punteos después de cada línea. Esta canción tiene junto a Hangar 18 el mejor trabajo en cuanto a guitarra líder. Tema plagado de solos tanto melódicos como frenéticos. Muchos cambios de ritmo, variedad de riffs y tiempos. Un tema peculiar pero completo. Y maravilloso

Toki: Y sin pausa alguna, Menza vuelve a darnos en la boca con la batería antes de pasar a un riff de bajo en el que Ellefson se queda solo, sumergiéndonos poco poco en la maldad que impregna el ambiente de la música de Megadeth. Comenzando “Five Magics”. Los riffs iniciales se repiten y de nuevo la batería de Menza con un breve fill abre la estrofa, seguida de un corto pero intenso solo, repetición de la misma estructura mientras Mustaine sigue la letra una. Cada estrofa, un corto solo cargado de electricidad y violencia hasta que llega el bridge y da lugar uno de mis solos favoritos de Megadeth. Enredado, malévolo y eléctrico. Simplemente los Megadeth en su mejor formación.
Una enumeración de las magias (La letra está basada en una película llamada Goreblade) y la repetición de “Five magics” hasta la siguiente estrofa que está poderosamente reforzada con galopes en las guitarras hace que esta canción se grape en tu cerebro y te obligue a ponerla casi en bucle. Como en todas las anteriores, los chicos del millón de muertes hacen gala de una enorme velocidad y técnica. Solos violentos y cargados de vitriolo nos golpean a continuación para cerrar la canción.

Poison Was The Cure

Anfetamina: Ellefson vuelve a coger la batuta en "Poison Was The Cure" con un glorioso inicio de bajo. Este tema siempre me ha parecido una triste ignorada en la discografía de Megadeth. Metal acelerado que combina el Thrash más rabioso con algunos matices de Speed y  Power Metal. Tres minutos de disparos a diestro y siniestro para el oyente. Imperdible.

Dosis Metalera: Otra de mis favoritas del álbum. Una brutal introducción de bajo por parte de Ellefson. Lentamente se irá dando un build-up con las guitarras distorsionadas y la batería de Menza, y la canción se tornará en un speed metal brillante. Súper rápida, con un riff más que brillante y uno de los mejores del álbum. Un corte muy corto por parte de la banda, pero como yo siempre digo, se pueden hacer obra maestras en pocos minutos y este es uno de los casos. En 3 minutos hay de todo. Build-up brutal, riffs despampanantes, un gran solo por parte de Friedman al final, batería y bajo atronadores. Otro gran tema.

Toki: Si bien el vitriolo es veneno, la siguiente canción que empieza nuevamente con el bajo de David Ellefson será el antidoto. “Poison Was The Cure” hace aparición de forma relajada, cogiendo fuerza poco a poco con la batería y las guitarras de Friedman y Mustaine en breves espacios de tiempo hasta que finalmente Menza decide que se acabó el recreo y con un fill da paso a la locura que supone esta canción. Sin duda alguna recuerda al primer disco de esta banda en los riffs por su locura y el caos implícito en las composiciones, así como en la letra que Mustaine canta con esa voz  tan criticada por unos pero alabadas por otros. Tras una breve “desaceleración” regresa el torbellino de locura que nos golpea hasta que viene el primer solo. Menza lo acompaña con bombos rápidos y potentes así como con el ride de la batería, dándole un poder enorme al corto espacio de tiempo que tarda en sellarse el destino de la canción.


Lucretia

Anfetamina: Aunque si hay una canción de esta época que a mí me vuelve loco  esa es "Lucretia", un corte muy complejo en lo instrumental. Bajo una risa maligna se inicia un punteo veloz que nos transporta directamente a unos bestiales versos donde Mustaine saca su voz más aguda para contarnos una letra que, según cuenta la leyenda, está inspirada en unos sucesos que el propio Dave vivió años atrás, al encontrarse al espíritu de su abuela. Destacadísimos instrumentales al final de cada verso para volver a empezar  y retomar la fiesta. Medio tiempo maravilloso.

Dosis Metalera: Sin duda alguna uno de los temas más infravalorados del álbum y cabe recalcar que muy injustamente. Tras una risa de Mustaine, entrará un punteo que será una frase a repetir durante el transcurso del tema. Es uno de los temas más meticulosamente compuestos del disco. Muy buen trabajo de Dave al micrófono (por no decir el mejor del disco) y gran solo para el final del tema.

Toki: La breve risita que abre “Lucretia” precede un conglomerado de escalas y riffs seguidos con las estrofas de Mustaine, dejando algo más de lado la velocidad y centrándose en la melodía y en la música más que en el poder de la locura del vocalista. Un breve intermedio con el riff de apertura da lugar a otra estrofa que da lugar a su conclusión con otro riff, desembocando este en un solo maravilloso y pegadizo que probablemente nos seguirá sonando en la cabeza una vez saquemos el CD del reproductor. Los solos prosiguen, retorciéndose cada vez más hasta la conclusión del tema que sella abruptamente.

Tornado Of Souls

Anfetamina: Lejos de bajar el nivel de calidad y potencia, nos topamos de frente con la desenfrenada "Tornado Of Souls", clasicazo indiscutible de la banda. El Riff+punteo  inicial de la banda, unido a una presencia llamativa de los coros y un señor solo de Friedman lo convierten en una composición de culto. Si conoces pocos temas de Megadeth, amig@ lector, es de escucha obligatoria esta joyita.

Dosis Metalera: De no ser por “Holy Wars” y lo que significa este tema para la banda y para la música, “Tornado of Souls” hubiera sido mi elegida para mejor tema. Un riff mágico nos introduce a este tema. Estructura bastante común. Pero lo que destaca en esta canción sin lugar a duda, es el solo de Friedman. ¡Santo dios! Este solo no es normal. Es un minuto de melodías llevadas a la perfección. Uno de mis solos favoritos de todos los tiempos y para mi gusto uno de los mejores de la historia.

Toki: Todo para abrir de nuevo con un torbellino de agresividad y velocidad, totalmente acorde con el nombre de la canción. “Tornado Of Souls” es otra de las más memorables canciones por su letra y ritmo. El estribillo se hace más lento que el resto del riff principal sin perder ningún tipo de fuerza, arrastrándonos al ojo del tornado sin compasión para hacernos sacudir la cabeza mientras regresamos al estribillo. Friedman no se corta un rizo en dejar clara su magnífico dominio de la guitarra con atronadores solos, precedidos anteriormente de un puente que sin duda alguna se nos grabará a fuego con toda la letra. 

Dawn Patrol

Anfetamina: La canción más lenta, y breve, de todo el LP recibe el título de "Dawn Patrol". Pesadísimo corte en el que vuelven a imponerse el bajo y la batería, mientras Mustaine canta con una voz más grave de lo habitual.

Dosis Metalera: Una pieza súper lenta y oscura donde el protagonista es el bajo de Ellefson. Originalmente se supone que el tema iba a ser uno mucho más pesado con guitarras distorsionadas acompañando al bajo. Pero se volvió lo que ahora es. Muchas gentes lo ven como una maravilla. Yo lo veo con un buen riff de bajo y un buen ritmo para mover la cabeza. Buen corte pero para nada excelente.

Toki: Después de tanto fuego y metralla, Ellefson aporta un poco de descanso con la canción Dawn Patrol. Lenta, de corte malicioso y con Dave Mustaine narrando la letra en un tono oscuro y apocalíptico.

Rust In Peace...Polaris

Anfetamina: Casi conectada con la anterior llega el último misil de la banda, "Rust In Peace… Polaris". Letra bélica, en la que Mustaine canta escupiendo cada verso con una chulería brillante. Grandioso estribillo, de los mejores de todo el disco. Pasada la mitad del tema, un instrumental de dos explosivos minutos se encargará de despedir el LP por todo lo alto, dejando claro por qué demonios Megadeth es una de las bandas más grandes que han pisado el planeta.

Dosis Metalera: Fuck yeah! Qué buena forma de terminar un álbum Dave. Otra canción muy infravalorada del disco. El tema arranca con un pedazo de intro de batería. La estructura de las partes cantadas es bastante simple pero lo que destaca en este tema es el instrumental al final del corte. Diversidad de ritmos, riffs, y locura es la palabra que define a esta parte. La banda no nos da respiro y quiere mantenernos bien arriba hasta este gran final de disco.

Toki: Se acabó la pausa y viene el arma nuclear que da cierre al enorme Rust In Peace “Rust In Peace...Polaris” La obra de Mustaine cierra con broche de oro. Riffs más lentos que los de canciones anteriores pero pegadizos e increiblemente adictivos, enredados y formando un torbellino sonoro tal como en “Tornado Of Souls” que llegado cierto punto hace una breve pausa que regresa en una bomba sónica de velocidad de riffs tralleros, creando una auténtica tormenta sónica que no dejará con mal sabor a nadie.

Más de cinco millones de copias vendidas solamente en USA, definido por Kerrang! como  un disco que "estableció un nuevo estándar para el heavy metal de la década los 90s" y por muchos críticos especializados como uno de los mejores ejemplares de Thrash Metal que existen son algunos de los muchos logros obtenidos por "Rust In Peace", el disco que terminó de consolidar a Megadeth como uno de los reyes del género.

Pronto vendría otro discazo como es el "Countdown To Extinction", pero en esta entrada es preferible pararse y disfrutar con atención de esta obra maestra.

Larga vida a Megadeth!!


PD: Millones de gracias a Toki y a Fede, quienes desde el primer momento se ofrecieron para colaborar en la reseña de este disco que tanto ha supuesto para nosotros.























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