Hay personajes que
pasarán la historia de la música por su voz, su habilidad con el instrumento,
por sus letras, por las leyendas que circulan sobre su vida privada...en este
caso, recordaremos al bueno de Keith Moon por sus locuras, aunque no por ello
debemos obviar que es uno de los mejores baterías de la historia, sin duda
alguna.
Algunas de sus frases
más conocidas son: " Dame una mandolina y te tocaré rock and roll ", "
Le dije a la gente que era un baterista antes de que yo tuviera una batería, yo
era un baterista mental ", " Yo estaba un taller de reparación de la
oxidación. Yo estaba en un taller de reparación de la roya y de supervivencia a
tiempo completo. Yo sobreviví a todos los grandes terremotos, y el Titanic, y
varios accidentes aéreos. " o " Mis amigos me llaman Keith, pero me
puedes llamar John ".
Definido por sus
propios profesores como un auténtico desastre, Moon se adentra en el Rock and
Roll desde joven, entrando al poco tiempo en The Detours, que no tardarían en
cambiarse el nombre por The Who (esos te suenan más ¿eh?). Para un mejor
desarrollo de su locura, Keith se junta con otro pirado como fue, y sigue
siendo, el genial Pete Townshend. Juntos comenzaron a convertir en tradición el
destruir los instrumentos al final de cada presentación en vivo, la cual
siempre era una auténtica gozada en lo que a sonido respecta.
Famoso por su humor
negro, por su inimitable estilo en la batería y por esa actitud autodestructiva
con la que vivió siempre le hizo ganarse el cariñoso apodo de "Moon the
Loon" (Moon el chiflado).
Con el éxito
aparecieron los excesos y las grandes juergas. Las fiestas de Moon ya eran todo
un mito en aquellos tiempos con alcohol y drogas por todos lados. Su obsesión
por poner petardos en los inodoros son una clara muestra de lo bien que se lo
pasaba el chico en todo momento. Precisamente, fue su creciente adicción al
alcohol la que lo terminó de destruir, costándole la vida la fría madrugada del
6 de septiembre. Una sobredosis de pastillas tranquilizantes que se estaba
tomando para evitar caer de nuevo en la tentación de la bebida lo mató.
Como homenaje más que
merecido a esta estrella del Rock, hemos recopilado algunas de sus mejores
anécdotas para recordar a Keith tal y como fue:
Una anécdota conocida
por muchos se produjo en la aparición de The Who en el programa de los Smothers
Brothers. Sin decírselo a nadie, Keith cargó el bombo de su batería con pólvora
antes de la actuación, pero no sabía cuánta usar, y terminó poniendo demasiada.A
l final de su actuación mientras el pobre Pete comenzaba a destrozar su
Rickenbacker delante del equipo de Keith, el "chiflado" hizo estallar
la pólvora causando una gran explosión que, a día de hoy se piensa que fue la
que comenzó a crear una sordera progresiva en el guitarrista. El resto de los
componentes, John y Roger, se agacharon a un lado del escenario. Un trozo de
platillo se clavó en el brazo de Keith (¿karma?).
Una historia buenísima
de Keith fue cuando decidió comprar un par de piernas ortopédicas, las sacó por
la ventana del coche, y mientras el chofer conducía, él se dedicaba a mover las
piernas y gritar, fingiendo una violación. Una gran idea, aunque con mucho
humor negro. Se avisó a la policía y se inició una gran búsqueda hasta que
localizó el coche en un hotel, subieron a la habitación de Keith.
Mientras uno
de los policías interrogaba al chofer, el otro registraba la habitación. En
mitad de la explicación, el segundo salió del baño diciendo "Dios mío, no
sólo la han violado, la han matado." A Keith, para rematar la faena no se
le ocurrió otra cosa que poner las piernas dentro de la bañera, sobresaliendo
éstas por la cortinilla, para hacer creer al poli que estaba muerta. ¿Dónde
estaba Keith? en el armario del baño observando todo.
Pese a la época en la
que The Who se originó, Keith nunca creyó en el movimiento hippie de paz y
amor. De hecho, cuando alguien con pelo largo y collares le intentaba dar una
flor, él sonreía y arrancaba la parte superior de la flor de un mordisco.
El gran Eric Clapton,
quien no necesita muchas presentaciones, invitó a Pete Townshend a acompañarle
en su nueva gira y Keith, que le gustaba mucho la fiesta, decidió unirse. En
una de las actuaciones, salió al escenario y "tocó" una guitarra de
juguete (una pena que no existan vídeos). Después, volvió del backstage con la
guitarra llena de carne de hamburguesa y la rompió en la cabeza de Clapton (¿qué
sentido tiene esto?).
Los ataques de ira y rabia eran bastante comunes en el batería. En uno de estos episodios, tiró una botella de vino a su esposa Kim. Afortunadamente, el objeto impactó en la pared dejando una gran mancha. Para quitar la mancha Keith puso un marco. Lo mejor es que posó para varias fotos publicitarias delante del marco.
Los ataques de ira y rabia eran bastante comunes en el batería. En uno de estos episodios, tiró una botella de vino a su esposa Kim. Afortunadamente, el objeto impactó en la pared dejando una gran mancha. Para quitar la mancha Keith puso un marco. Lo mejor es que posó para varias fotos publicitarias delante del marco.
Otra muy buena historieta
del chiflado sucedió recién llegado a California. Keith se emocionó al
enterarse que su vecino de al lado era ni más ni menos que Steve McQueen. Fue ilusionado a su casa
para presentarse, pero en vez de encontrarse a uno de sus grandes ídolos,
conoció a su hijo, a quien le ofreció drogas rápidamente. El caso es que Keith
comenzó a pelearse con el hijo de McQueen y terminó mordiendo al perro del
actor. Al día siguiente el batería tuvo que ir a la comisaría para contestar
unas preguntas y, para terminar con clase, se presentó vestido con un uniforme
nazi. Se retiraron todos los cargos.
La última gran historia
que contamos de Moon se produjo el día de su 20 cumpleaños. Keith tuvo que
falsificar su edad, afirmando que cumplía 21 y, por lo tanto, podía consumir
alcohol. La fiesta se realizó en el Hotel Holiday Inn de Michigan. El pobre director
del hotel con toda su buena fe puso un cartel enorme que decía "Feliz
Cumpleaños Keith". Digo pobre porque no sabía lo que se le venía encima.
La fiesta, en la que
estaban sus compañeros de banda, se alargó hasta las 12. La música sonaba a
todo volumen, el alcohol y las drogas no cesaban... . El sello Decca y el fabricante de baterías
Premier decidieron enviar conjuntamente una tarta de 5 pisos para su amigo
Keith, quien no dudó en iniciar una guerra de tartazos junto con sus invitados.
Como decía, la fiesta
llegó a las 12 y el director del hotel fue a avisar a Moon que la fiesta debía
finalizar para que el resto de huéspedes pudieran descansar. Tras negociar y estar un rato más, volvió a
aparecer muy enfadado diciendo que parecía más una revuelta que una fiesta. Para
terminar de mosquear al director Moon le dio un tartazo en la cara.
En ese momento se hizo el
silencio. Los asistentes temían que se le estuviera yendo un poco de las manos
el asunto a Moon, quien podía ser detenido por la policía. Si se lo llevaban
preso descubrirían su verdadera edad. ¿Se calmó? Para nada! Rompió el cristal
de un extintor y comenzó a tocar en todas las habitaciones diciendo que había
un incendio. La gente corría alarmada. El director lo atrapó y Keith le
prometió que se calmaría. ¿Se tranquilizó? No! Se enganchó en una lámpara de
araña que no aguantó su peso y se reventó contra el suelo dejando una planta
entera sin luz.
Acto seguido Moon cogió
un coche y se intentó dar a la fuga. Digo que lo intentó porque termino
conduciendo el coche hasta el interior de la piscina. Unos dicen que no había
agua en la piscina y otros dicen que sí, pero el caso es que ahí terminó el
gran cumpleaños de Moon.
La fiesta le costó a
The Who la friolera de 50.000 dólares, normal tras tanta destrucción, y la
imposibilidad de entrar en un hotel de la cadena de por vida.
Personajes así salen una
vez cada miles de años. Te echamos de menos Moon!
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