Tras más de cuatro décadas de legado y considerados por la crítica especializada como una de las bandas más influyentes para toda una generación de músicos —entre los que se cuentan nombres míticos como Metallica o Anthrax—, los legendarios Diamond Head presentan Live and Electric, su primer álbum en directo en dos décadas. Grabado durante la gira de 2022 junto a Saxon (grupo en el que actualmente milita Brian Tatler, líder de Diamond Head, tras la retirada de Paul Quinn), este disco recoge 12 temas extraídos de las actuaciones que la banda ofreció en Aberdeen, Cardiff, York, Cambridge, Blackburn y Bexhill. El resultado es un recorrido por su repertorio clásico (no faltan los himnos de su icónico Lightning to the Nations) que también refleja el empuje renovado de su formación actual.
Mención
especial merece Rasmus Bom Andersen, un vocalista que, lejos de limitarse a
imitar a Sean Harris —el cantante original—, exhibe una potencia vocal
imponente tanto en estudio como en vivo. No se puede dejar de lado, por
supuesto, la fuerza que aportan Karl Wilcox (batería), Andrew Abberley
(guitarra rítmica) y Paul Gaskin (bajo), quienes, junto al infatigable Brian
Tatler, conforman una sección instrumental de primer nivel. Y ya que estamos,
es justo reivindicar su más reciente trabajo de estudio, The Coffin Train, un
disco que poco tiene que envidiar a los títulos clásicos de esta banda
histórica.
Como
veremos a lo largo de este repaso, Live and Electric dista mucho de ser un
álbum en directo convencional: es un lanzamiento que irradia crudeza, energía y
autenticidad, cualidades que escasean entre los discos en vivo actuales.
Desde la
apertura con “The Prince”, una de las joyas que convirtió Lightning to the
Nations en obra de culto, el grupo deja claro que sigue funcionando como una
máquina perfectamente engrasada, a pesar de que Tatler sea el único miembro
original en activo. Con sus seis minutos de duración, este corte cumple a la
perfección como carta de presentación.
No todo
son clásicos, lo cual es de agradecer teniendo en cuenta el gran nivel que la
banda ha mantenido en sus distintas etapas. Por ello, es todo un acierto
incluir temas como “Bones” o “Set My Soul on Fire”, ambas extraídas del
homónimo Diamond Head (2016). Si alguien albergaba dudas sobre la química entre
los actuales miembros del grupo, los cambios de ritmo que se suceden en estas
composiciones sirven como prueba irrefutable de su compenetración.
La primera
mención al reciente The Coffin Train llega con “The Messenger”, un tema potente
y de aires modernos que, a mi parecer, gana enteros en su versión en directo.
La voz de Andersen añade contundencia y presencia, mientras la banda entera
suena con una cohesión y dinamismo notables.
En
términos de accesibilidad y repercusión, pocas canciones del repertorio de
Diamond Head alcanzaron la popularidad de “In the Heat of the Night”, tema
insignia del injustamente infravalorado Borrowed Time (1982). Aquí, la conexión
entre público y banda se vuelve palpable: los coros resuenan con fuerza y el
equilibrio entre melodía y energía es simplemente perfecto. El emotivo y
técnico solo de Tatler pone la guinda a una interpretación magistral.
El regreso
a Lightning to the Nations llega con “It’s Electric”, uno de los temas más
queridos del grupo. Tatler y compañía consiguen que suene tan chispeante como
antaño, conservando intacta esa potencia sucia tan característica del metal
británico de la época.
Un gesto
muy celebrado por los fans fue la recuperación de “Dead Reckoning” para esta
gira, temazo de heavy clásico originalmente incluido en el EP Four Cuts,
posteriormente sumado a reediciones de Borrowed Time. La versión aquí
presentada es tan sólida y demoledora como cabía esperar, y como ya mencioné
antes, Rasmus añade su propia magia a unas líneas vocales que ya en su momento
habían sido impecables en manos de Sean Harris.
Regresamos
a The Coffin Train con una acelerada interpretación de “Death by Design”, una
pieza de ritmo firme repleta de punteos marca de la casa que harán las delicias
de cualquier amante de la guitarra. El estribillo, pegadizo y arrollador,
brilla gracias a la poderosa interpretación vocal de Andersen.
Uno de los
grandes aciertos de este álbum en directo es incluir “Sweet and Innocent”, una
de mis favoritas de Lightning to the Nations y que no solía ser habitual en los
repertorios del grupo. En esta ocasión, el quinteto le insufla nueva vida con
una energía desbordante y una recepción entusiasta por parte del público.
Tras un
breve pero efectivo solo de batería, llega otra joya de su discografía:
“Helpless”, donde el doble bombo de Karl marca el paso de un tema crudo,
visceral y furioso, que a pesar del paso del tiempo no ha perdido ni un gramo
de la rabia que lo caracterizó en su versión original.
En la
recta final, la banda se saca de la manga una versión salvaje de “Belly of the
Beast”, mi tema predilecto de The Coffin Train y quizá el acercamiento más
claro de Diamond Head al Speed Metal, evocando a los mejores Motörhead. Como
era de esperar, la versión en vivo está a la altura de la de estudio, con
Rasmus rugiendo en el estribillo y Karl aplastando con su doble pedal.
Y, como no
podía ser de otra forma, el álbum se cierra con “Am I Evil?”, la joya de la
corona de Diamond Head y sin duda su canción más reconocida. La descarga
emocional de la banda, potenciada por la energía juvenil de Rasmus y la
participación constante del público, la convierten en uno de los momentos más
memorables de este directo que llega a su fin con el listón muy alto.
CONCLUSIÓN
Live and
Electric no es simplemente un repaso nostálgico, sino una prueba irrefutable de
que Diamond Head sigue plenamente vigente. Sonido crudo, presencia escénica, y
una producción cuidada que garantiza una hora de auténtico disfrute sin
rellenos.
Todos los
honores para el inigualable Brian Tatler, cuya magia a las seis cuerdas sigue
tan viva como hace 40 años. Sin él, nada de esto habría sido posible.
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