Aunque no me guste tanto como reseñar álbumes de estudio, de vez en cuando está bien detenerse a analizar algunos álbumes en vivo de primerísima clase como es el exquisito “Live Evil” de Black Sabbath, un directo con un trasfondo más grande de lo normal.
Con dos álbumes a sus espaldas de la talla de “Heaven And Hell” y “Mob Rules”, la nueva formación de Black Sabbath junto al legendario Ronnie James Dio y al bueno de Vinny Appice había reinventado el género que ellos mismos habían creado unos años antes. Debido al éxito comercial y crítico que habían recibido, los chavales decidieron grabar un directo de título capicúa como “Live Evil”, el cual, recoge gran parte de los temas de aquellos dos discos, así como de la etapa con Ozzy Osbourne.
Además de la innegable calidad del álbum, merecedor de un sobresaliente, el disco llama la atención por su exagerada producción, haciendo creer al oyente en muchas ocasiones que se encuentra frente a un LP de estudio. Esto se debe a la guerra que se produjo durante las mezclas de dicho álbum, donde algún técnico dijo a Tony Iommi que Dio se había dedicado a retocar las pistas para que su voz destacara por encima del resto de instrumentos, un hecho que nunca se probó pero que terminó por provocar la ruptura de Dio (Vinny se fue con este como su leal escudero) con Black Sabbath por primera vez (“Dehumanizer” y el proyecto Heaven And Hell los volvería a reunir)
Antes de hablaros del contenido musical como tal me gustaría recomendaros analizar con calma la curiosa portada que posee este disco ya que, como podréis comprobar, hay bastantes referencias a títulos de canciones del grupo (siempre se agradecen estos guiños).
Sobre el disco deciros que el show, grabado en diciembre de 1982, abre a la perfección de la mano de “Neon Knights”, un tema ideal para empezar una velada de este calibre y que no dudaría en ubicar entre las mejores grabadas por los Sabbath de Dio. No obstante, también hay otro buen puñado de canciones de esta era que erizan la piel a cualquiera como son “Voodoo” (en directo siempre he sentido que gana más fuerza), la letal “Mob Rules”, esa joyita melódica que es “Sign of the Southern Cross”, mi adorada “Children Of The Sea” y, por supuesto, “Heaven And Hell”, que es uno de mis dos momentos favoritos del álbum (en un ratito os digo el otro) tanto por la interpretación instrumental como por la actuación vocal y dramática de ese pequeño elfo que ya en aquel tiempo era único en su especie.
Hay muchas cosas que admiro de Dio. Una de ellas es la versatilidad que este siempre tuvo para adaptar su registro a cualquier canción. Es por ello que TODAS las canciones de la era Ozzy que figuran en el álbum son reinterpretadas con una sutilidad implacable. Ronnie sabía perfectamente que nadie mejor que él podría llevar a su terreno más duro canciones como “NIB”, “Iron Man”, “Black Sabbath” (aunque creo que esta canción me gusta más cantada por Gillan), “War Pigs” y, el que para mí es el otro gran momento del disco: “Children Of The Grave”. Respeto y adoro a Ozzy como cantante y su etapa con Sabbath es la más importante, pero mentiría si negara que Dio hace suya ese himno del “Master Of Reality”, reconvirtiéndolo en un tema aún más oscuro que, como podréis comprobar, cuenta con una interpretación vocal de las que te dejan sin habla. Un final de concierto digno de una banda de tal grandeza.
No voy a decir si lo de Dio en el estudio fue cierto o no, menos aun sabiendo que su amistad con Iommi siguió adelante muchos años después. Lo que sí tengo claro es que “Live Evil” merece estar en ese glorioso listado de “mejores álbumes en vivo de la historia”.
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